BIBLIOGRAFÍA
http://www.uclm.es/users/higueras/MGA/Tema06/Tema_06_Residuos_1.htm
http://www.tecnun.es/asignaturas/Ecologia/Hipertexto/13Residu/100Resid.htm
http://www.educared.net/concurso2001/821/resids.htm
http://www.uned.es/biblioteca/rsu/pagina3.htm
http://www.isel.org/cuadernos_E/Articulos/c_ibanez.htm
http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1142329756316&language=es&menuIzquierdo=true&pagename=PortalJoven%2FPage%2FJUVE_contenidoFinalMenuIzquierdo&rootpageid=1142329741915
http://turcon.blogia.com/2006/021201-analisis-de-los-residuos-solidos-urbanos-en-espana.php
http://www.gencat.cat/salut/depsalut/html/es/dir90/spapre.htm
viernes, 11 de junio de 2010
Gestion
GESTIÓN DE RESIDUOS
Gestión de los RSU
Se considera como gestión de los residuos sólidos urbanos al conjunto de operaciones que se realizan con ellos desde que se generan en los hogares y servicios hasta la última fase en su tratamiento. Abarca pues tres etapas:
1. Depósito y recogida.
2. Transporte.
3. Tratamiento.
Recogida.
La recogida de los residuos urbanos consiste en su recolección para efectuar su traslado a las plantas de tratamiento.
Básicamente existen dos tipos fundamentales de recogida :
• Recogida no selectiva.
• Recogida selectiva.
En la primera, los residuos se depositan mezclados en los contenedores, sin ningún tipo de separación. Ha sido la habitual hasta hace algunos años.
La recogida selectiva se hace separando los residuos según su clase y depositándolos en los contenedores correspondientes. Así, existen normalmente contenedores para el papel, vidrio, envases y la materia orgánica.
Este sistema requiere un elevado grado de concienciación y colaboración ciudadana para funcionar.
Los contenedores pueden estar ubicados en el contexto ciudadano o en áreas diferenciadas (Puntos limpios, Ecopuntos, etc).
En nuestro país tras los titubeos iniciales se ha adoptado un código de colores unificado para los contenedores. Así lo establece el Plan Nacional de Residuos Urbanos:
• Contenedor verde para el vidrio.
• Contenedor azul para el papel y cartón.
• Contenedor amarillo para los envases.
• Contenedor gris o marrón para los residuos orgánicos.
En cuanto a su ubicación se ha optado por diferentes soluciones adaptándose a las distintas realidades urbanas.
Así es habitual encontrar contenedores de papel y vidrio distribuidos por manzanas según un determinado ratio. En ellos es posible depositar los residuos a todas las horas del día.
Los contenedores de envases en ocasiones se disponen del mismo modo pero en otras se ubican por comunidades de vecinos. Igual ocurre con los contenedores de materia orgánica con la salvedad de que en éstos sólo está autorizado el depósito de los residuos en determinado horario para evitar molestias y malos olores al vecindario y en el caso de las comunidades de vecinos han de permanecer en la vía pública por un periodo de tiempo limitado.
Por otra parte es usual la creación de servicios (puntos limpios, ecopuntos, etc) donde habitualmente se efectúa la recogida de los residuos peligrosos generados en los domicilios como pinturas, disolventes, pilas, radiografías, etc.
También se suelen recoger voluminosos (colchones, muebles, etc) y residuos inertes como escombros fruto de pequeñas reparaciones domésticas.
La recogida en sí es un proceso complicado donde se deben conjugar las necesidades del servicio con la minimización de las molestias que se generan a los ciudadanos.
Por lo que respecta a la recogida en sí existen dos métodos:
• Recogida por medio de vehículos.
• Recogida neumática.
La más habitual es la primera. Se realiza por medio de vehículos especialmente preparados al efecto, camiones dotados de una tolva en la que se compactan los residuos u otros en los que se depositan sin compactar.
Se utilizan unos u otros según el tipo de residuos. Así la compactación es muy adecuada para los residuos orgánicos o los envases pero no se emplea en el caso del vidrio. Estos vehículos se perfeccionan más cada día con el fin de reducir las molestias que generan las operaciones de recogida.
El segundo tipo de recogida exige una cuantiosa inversión inicial en la construcción de las instalaciones que han de ir bajo tierra. Sólo es factible en áreas de nueva urbanización. A cambio exige un menor desembolso en costes de personal y genera muy pocas molestias a los ciudadanos. Comenzó a utilizarse en los países nórdicos en la década de los 60. Mediante un sistema de conducciones neumáticas subterráneas se conduce la basura hasta las estaciones de transferencia donde se procede a su traslado a la planta de tratamiento. En nuestro país existen algunas experiencias.
Por último existe una forma de recogida informal de los residuos que afortunadamente tiende a desaparecer en los países desarrollados.
Ésta consiste en un submundo marginal de personas necesitadas, que en condiciones muy penosas de precariedad, falta de higiene y medios materiales proceden a la recogida de ciertos residuos de los que obtienen alguna rentabilidad económica.
Esto genera múltiples inconvenientes derivados de la interferencia en los sistemas organizados de recogida. Además, la ausencia de cualquier atisbo de planificación implica graves problemas, amén de las durísimas condiciones que estas personas han de soportar.
La mejora de las condiciones socioeconómicas, la atención de los servicios sociales y programas adecuados de integración, que no siempre existen, conseguirán acabar con esta lacra en un futuro.
Transporte.
En esta etapa se realiza el transporte de los residuos hacia las estaciones de transferencia, plantas de clasificación, reciclado, valorización energética o vertedero.
Las estaciones de transferencia son instalaciones en las cuales se descargan y almacenan temporalmente los residuos para poder posteriormente transportarlos a otro lugar para su tratamiento. Una vez allí se compactan y almacenan y se procede a trasportarlos en vehículos de mayor capacidad a la planta de tratamiento.
Normalmente han de estar dotados de sistemas de compactado de la basura para optimizar su transporte. De esta forma se reducen los costes de transporte y se alarga la vida de los vehículos de recogida.
En otras ocasiones en que el centro de tratamiento está próximo a los núcleos habitados, los propios vehículos de recogida son los que realizan el transporte a planta.
Hay que tener en cuenta la problemática que se asocia con el trasiego diario de camiones camino de la planta de tratamiento.
Este trasiego tiene un claro impacto sobre las vías de circulación que deben estar adecuadamente acondicionadas y es fuente de molestias para los vecinos : ruidos, malos olores, contaminación, etc.
Tratamiento.
Es la etapa final del proceso y la de mayor importancia. Si los residuos vienen ya separados desde el origen como es el caso del papel o el vidrio se dirigen directamente a la planta de reciclado. Si vienen juntos como es el caso de los envases hay que separar según su naturaleza.
Idéntico proceso se realiza con la bolsa de restos donde predomina la materia orgánica pero existen residuos de otra naturaleza debido a errores o a la fracción decreciente de personas que no separan correctamente sus residuos.
El proceso de selección se realiza mediante diversos sistemas :
• Metales férricos. Por medio de campos magnéticos.
• Metales no férricos. Triaje manual y por corrientes de Foucault.
• Papel y cartón. Se seleccionan por triaje manual.
• Plásticos duros. Por triaje manual.
• Plástico film. Mediante sistemas neumáticos.
• Vidrio de color. Por triaje manual.
• Vidrio blanco. De igual modo.
• Materia orgánica. Es el sobrante de los procesos anteriores.
Hasta la fecha se han hecho algunos intentos para realizar la selección mediante sistemas automatizados de los envases de plástico pero con muy poco éxito.
Una vez separados los residuos hay que realizar su tratamiento. A grandes rasgos puede consistir en una de estas opciones, que se aplicará según la naturaleza y estado de los residuos, etc y del modelo de gestión implantado :
1. Reciclado.
2. Valorización energética.
3. Vertido controlado.
Gestión de los RSU en España.
En nuestro país las corporaciones locales son las competentes en la gestión de los residuos. La ley asigna a los municipios la obligación de realizar la recogida, transporte y, al menos, su eliminación.
La gestión de los residuos de envases está regulada por la Ley 11/97 de Envases. Su aplicación exige que en el año 2001 sea valorizado entre el 50% y el 65% del peso total de los residuos de envases generados y se recicle entre el 25% y el 45% en peso, con un mínimo del 15% de cada material de envasado.
Para llevar a cabo estos objetivos la Ley establece dos sistemas:
1. Sistemas de depósito, devolución y retorno de envases, de carácter obligatorio para envasadores y distribuidores.
2. La posibilidad de acogerse a un Sistema integrado de Gestión de residuos de envases.
En nuestro país operan tres Sistemas integrados de Gestión:
• ECOEMBES. Trata todos los materiales presentes en los envases.
• ECOVIDRIO. Gestiona sólo el vidrio.
• SIGRE. Gestiona los restos de medicamentos y sus envases.
Los envases adheridos a los dos primeros sistemas llevan el punto verde que garantiza a los usuarios que van a ser gestionados adecuadamente. Y los del tercero el símbolo de SIGRE que tiene idéntica finalidad.
Los sistemas integrados de gestión son entidades sin ánimo de lucro, que se sostienen gracias a las aportaciones que reciben de las empresas asociadas, para costear los gastos de gestión de los residuos de envases que su actividad pone en el mercado. Las cantidades aportadas vienen dadas en función del número y el tipo de los envases generados.
Con este dinero se hace frente a los coste de recogida y clasificación de los residuos, que son recogidos por los servicios municipales o empresas autorizadas.
Además, estos sistemas realizan periódicamente campañas de información ciudadana, educativas, etc con el fin de incentivar la colaboración de los ciudadanos en la separación de los residuos.
El Plan Nacional de Residuos Urbanos.
El ya mencionado PNRU pretende, en base a los principios de prevención y responsabilidad, en un periodo de 6 años comprendidos entre los años 2000 y 2006 reducir la generación de residuos urbanos y aumentar las cantidades de residuos compostados, reciclados y valorizados.
Para ello se fijan una serie de objetivos cuantitativos:
• Reducir la generación de residuos a razón de un 6% anual.
• Compostar el 40% de la materia orgánica a fines de 2001 y el 50% en 2006.
• Reciclar el 75% del papel y cartón en 2006. Reciclar el 90% de los metales en 2006.
• Reciclar el 75% del vidrio y el 50 % de otros materiales en 2006.
• Que se realice la valorización energética de la fracción no reciclada : 9% a fines de 2001 y 17,7% en 2006.
El Plan consta de 6 programas específicos para cada aspecto implicado:
1. Programa nacional de prevención.
2. Programa nacional de recuperación y reciclaje.
3. Programa nacional de residuos de envases y envases usados.
4. Programa nacional de compostaje.
5. Programa nacional de valorización.
6. Programa nacional de eliminación.
Así mismo, contempla los programas de inversión y su financiación para lograr los objetivos que se fija. Establece también la toma de medidas para fomentar la concienciación de los ciudadanos y el control estadístico.
Gestión de los RSU
Se considera como gestión de los residuos sólidos urbanos al conjunto de operaciones que se realizan con ellos desde que se generan en los hogares y servicios hasta la última fase en su tratamiento. Abarca pues tres etapas:
1. Depósito y recogida.
2. Transporte.
3. Tratamiento.
Recogida.
La recogida de los residuos urbanos consiste en su recolección para efectuar su traslado a las plantas de tratamiento.
Básicamente existen dos tipos fundamentales de recogida :
• Recogida no selectiva.
• Recogida selectiva.
En la primera, los residuos se depositan mezclados en los contenedores, sin ningún tipo de separación. Ha sido la habitual hasta hace algunos años.
La recogida selectiva se hace separando los residuos según su clase y depositándolos en los contenedores correspondientes. Así, existen normalmente contenedores para el papel, vidrio, envases y la materia orgánica.
Este sistema requiere un elevado grado de concienciación y colaboración ciudadana para funcionar.
Los contenedores pueden estar ubicados en el contexto ciudadano o en áreas diferenciadas (Puntos limpios, Ecopuntos, etc).
En nuestro país tras los titubeos iniciales se ha adoptado un código de colores unificado para los contenedores. Así lo establece el Plan Nacional de Residuos Urbanos:
• Contenedor verde para el vidrio.
• Contenedor azul para el papel y cartón.
• Contenedor amarillo para los envases.
• Contenedor gris o marrón para los residuos orgánicos.
En cuanto a su ubicación se ha optado por diferentes soluciones adaptándose a las distintas realidades urbanas.
Así es habitual encontrar contenedores de papel y vidrio distribuidos por manzanas según un determinado ratio. En ellos es posible depositar los residuos a todas las horas del día.
Los contenedores de envases en ocasiones se disponen del mismo modo pero en otras se ubican por comunidades de vecinos. Igual ocurre con los contenedores de materia orgánica con la salvedad de que en éstos sólo está autorizado el depósito de los residuos en determinado horario para evitar molestias y malos olores al vecindario y en el caso de las comunidades de vecinos han de permanecer en la vía pública por un periodo de tiempo limitado.
Por otra parte es usual la creación de servicios (puntos limpios, ecopuntos, etc) donde habitualmente se efectúa la recogida de los residuos peligrosos generados en los domicilios como pinturas, disolventes, pilas, radiografías, etc.
También se suelen recoger voluminosos (colchones, muebles, etc) y residuos inertes como escombros fruto de pequeñas reparaciones domésticas.
La recogida en sí es un proceso complicado donde se deben conjugar las necesidades del servicio con la minimización de las molestias que se generan a los ciudadanos.
Por lo que respecta a la recogida en sí existen dos métodos:
• Recogida por medio de vehículos.
• Recogida neumática.
La más habitual es la primera. Se realiza por medio de vehículos especialmente preparados al efecto, camiones dotados de una tolva en la que se compactan los residuos u otros en los que se depositan sin compactar.
Se utilizan unos u otros según el tipo de residuos. Así la compactación es muy adecuada para los residuos orgánicos o los envases pero no se emplea en el caso del vidrio. Estos vehículos se perfeccionan más cada día con el fin de reducir las molestias que generan las operaciones de recogida.
El segundo tipo de recogida exige una cuantiosa inversión inicial en la construcción de las instalaciones que han de ir bajo tierra. Sólo es factible en áreas de nueva urbanización. A cambio exige un menor desembolso en costes de personal y genera muy pocas molestias a los ciudadanos. Comenzó a utilizarse en los países nórdicos en la década de los 60. Mediante un sistema de conducciones neumáticas subterráneas se conduce la basura hasta las estaciones de transferencia donde se procede a su traslado a la planta de tratamiento. En nuestro país existen algunas experiencias.
Por último existe una forma de recogida informal de los residuos que afortunadamente tiende a desaparecer en los países desarrollados.
Ésta consiste en un submundo marginal de personas necesitadas, que en condiciones muy penosas de precariedad, falta de higiene y medios materiales proceden a la recogida de ciertos residuos de los que obtienen alguna rentabilidad económica.
Esto genera múltiples inconvenientes derivados de la interferencia en los sistemas organizados de recogida. Además, la ausencia de cualquier atisbo de planificación implica graves problemas, amén de las durísimas condiciones que estas personas han de soportar.
La mejora de las condiciones socioeconómicas, la atención de los servicios sociales y programas adecuados de integración, que no siempre existen, conseguirán acabar con esta lacra en un futuro.
Transporte.
En esta etapa se realiza el transporte de los residuos hacia las estaciones de transferencia, plantas de clasificación, reciclado, valorización energética o vertedero.
Las estaciones de transferencia son instalaciones en las cuales se descargan y almacenan temporalmente los residuos para poder posteriormente transportarlos a otro lugar para su tratamiento. Una vez allí se compactan y almacenan y se procede a trasportarlos en vehículos de mayor capacidad a la planta de tratamiento.
Normalmente han de estar dotados de sistemas de compactado de la basura para optimizar su transporte. De esta forma se reducen los costes de transporte y se alarga la vida de los vehículos de recogida.
En otras ocasiones en que el centro de tratamiento está próximo a los núcleos habitados, los propios vehículos de recogida son los que realizan el transporte a planta.
Hay que tener en cuenta la problemática que se asocia con el trasiego diario de camiones camino de la planta de tratamiento.
Este trasiego tiene un claro impacto sobre las vías de circulación que deben estar adecuadamente acondicionadas y es fuente de molestias para los vecinos : ruidos, malos olores, contaminación, etc.
Tratamiento.
Es la etapa final del proceso y la de mayor importancia. Si los residuos vienen ya separados desde el origen como es el caso del papel o el vidrio se dirigen directamente a la planta de reciclado. Si vienen juntos como es el caso de los envases hay que separar según su naturaleza.
Idéntico proceso se realiza con la bolsa de restos donde predomina la materia orgánica pero existen residuos de otra naturaleza debido a errores o a la fracción decreciente de personas que no separan correctamente sus residuos.
El proceso de selección se realiza mediante diversos sistemas :
• Metales férricos. Por medio de campos magnéticos.
• Metales no férricos. Triaje manual y por corrientes de Foucault.
• Papel y cartón. Se seleccionan por triaje manual.
• Plásticos duros. Por triaje manual.
• Plástico film. Mediante sistemas neumáticos.
• Vidrio de color. Por triaje manual.
• Vidrio blanco. De igual modo.
• Materia orgánica. Es el sobrante de los procesos anteriores.
Hasta la fecha se han hecho algunos intentos para realizar la selección mediante sistemas automatizados de los envases de plástico pero con muy poco éxito.
Una vez separados los residuos hay que realizar su tratamiento. A grandes rasgos puede consistir en una de estas opciones, que se aplicará según la naturaleza y estado de los residuos, etc y del modelo de gestión implantado :
1. Reciclado.
2. Valorización energética.
3. Vertido controlado.
Gestión de los RSU en España.
En nuestro país las corporaciones locales son las competentes en la gestión de los residuos. La ley asigna a los municipios la obligación de realizar la recogida, transporte y, al menos, su eliminación.
La gestión de los residuos de envases está regulada por la Ley 11/97 de Envases. Su aplicación exige que en el año 2001 sea valorizado entre el 50% y el 65% del peso total de los residuos de envases generados y se recicle entre el 25% y el 45% en peso, con un mínimo del 15% de cada material de envasado.
Para llevar a cabo estos objetivos la Ley establece dos sistemas:
1. Sistemas de depósito, devolución y retorno de envases, de carácter obligatorio para envasadores y distribuidores.
2. La posibilidad de acogerse a un Sistema integrado de Gestión de residuos de envases.
En nuestro país operan tres Sistemas integrados de Gestión:
• ECOEMBES. Trata todos los materiales presentes en los envases.
• ECOVIDRIO. Gestiona sólo el vidrio.
• SIGRE. Gestiona los restos de medicamentos y sus envases.
Los envases adheridos a los dos primeros sistemas llevan el punto verde que garantiza a los usuarios que van a ser gestionados adecuadamente. Y los del tercero el símbolo de SIGRE que tiene idéntica finalidad.
Los sistemas integrados de gestión son entidades sin ánimo de lucro, que se sostienen gracias a las aportaciones que reciben de las empresas asociadas, para costear los gastos de gestión de los residuos de envases que su actividad pone en el mercado. Las cantidades aportadas vienen dadas en función del número y el tipo de los envases generados.
Con este dinero se hace frente a los coste de recogida y clasificación de los residuos, que son recogidos por los servicios municipales o empresas autorizadas.
Además, estos sistemas realizan periódicamente campañas de información ciudadana, educativas, etc con el fin de incentivar la colaboración de los ciudadanos en la separación de los residuos.
El Plan Nacional de Residuos Urbanos.
El ya mencionado PNRU pretende, en base a los principios de prevención y responsabilidad, en un periodo de 6 años comprendidos entre los años 2000 y 2006 reducir la generación de residuos urbanos y aumentar las cantidades de residuos compostados, reciclados y valorizados.
Para ello se fijan una serie de objetivos cuantitativos:
• Reducir la generación de residuos a razón de un 6% anual.
• Compostar el 40% de la materia orgánica a fines de 2001 y el 50% en 2006.
• Reciclar el 75% del papel y cartón en 2006. Reciclar el 90% de los metales en 2006.
• Reciclar el 75% del vidrio y el 50 % de otros materiales en 2006.
• Que se realice la valorización energética de la fracción no reciclada : 9% a fines de 2001 y 17,7% en 2006.
El Plan consta de 6 programas específicos para cada aspecto implicado:
1. Programa nacional de prevención.
2. Programa nacional de recuperación y reciclaje.
3. Programa nacional de residuos de envases y envases usados.
4. Programa nacional de compostaje.
5. Programa nacional de valorización.
6. Programa nacional de eliminación.
Así mismo, contempla los programas de inversión y su financiación para lograr los objetivos que se fija. Establece también la toma de medidas para fomentar la concienciación de los ciudadanos y el control estadístico.
Tratamientos detallados
OTRAS FORMAS DE TRATAMIENTO DE RESIDUOS Y DETALLES DE LAS YA MENCIONADAS
Vertederos controlados:
Los vertederos tradicionales eran simplemente un lugar en el que se acumulaban las basuras. Al no tener ningún tipo de medida sanitaria especial, se llenan de ratas, se incendian, despiden malos olores y humos, y contaminan los acuíferos subterráneos y las aguas superficiales. En España una gran parte de la basura se sigue llevando a este tipo de vertederos aun hoy día.
Un vertedero controlado es un agujero en el que se compacta e impermeabiliza tanto el fondo como los laterales. En estos vertederos la basura se coloca en capas y se recubre todos los días con un delgada capa de tierra para dificultar la proliferación de ratas y malos olores y disminuir el riesgo de incendios.
En este tipo de vertederos se instalan sofisticados sistemas de drenaje para las aguas que rezuman y para los gases (metano) que se producen. Las aguas se deben tratar en plantas depuradoras antes de ser vertidas a ríos o al mar y los gases que se recogen se aprovechan en pequeñas plantas generadoras de energía que sirven para abastecer las necesidades de la planta de tratamiento de las basuras y, en ocasiones, pueden añadir energía a la red general.
Estos vertederos deben estar vigilados y se hacen análisis frecuentes para conocer las emisiones que se están produciendo y corregir los problemas de funcionamiento.
Cuando el vertedero se llena se debe recubrir adecuadamente y dejar el terreno lo más integrado con el paisaje posible. Si esto se hace bien el lugar es apto para múltiples usos, pero se debe seguir controlando durante cierto tiempo después de que haya sido cerrado para asegurar que no se acumula metano que podría provocar peligrosas explosiones, y que no rezuman sustancias tóxicas.
Tendencias internacionales en la gestión de los residuos
La importancia de gestionar bien los recursos es tal que diversos acuerdos internacionales y las Conferencias mundiales sobre el medio Ambiente, como la de Río de 1992, han tratado el tema. También la Unión Europea ha legislado sobre esta cuestión.
Las grandes líneas en las que se deben mover las actuaciones son:
Reducir en origen la producción de residuos. Hay muy buenos ejemplos de que se puede hacer con eficacia y ahorro económico en muchos casos. Por ejemplo, las pilas contienen en la actualidad mucho menos mercurio -peligroso contaminante- que el que contenían hace unos años y las latas de bebidas han reducido su peso un 35%, en relación al que tenían en los años setenta, gracias a su mejor diseño y fabricación. Para impulsar acciones de este tipo los gobiernos deben favorecer la investigación y la implantación de políticas de este tipo en las empresas, reduciendo sus impuestos, ayudándoles económicamente o con las medidas que se consideren más oportunas.
Tratar adecuadamente los residuos producidos. Se debe impulsar el reciclaje con campañas de sensibilización que tanto éxito han tenido en muchas comunidades. Hay muchos lugares en los que se ha reducido más del 40% el volumen de las basuras generadas. También en este caso las autoridades deben ayudar, además, a que se usen adecuadamente los materiales reciclados y a que haya mercado para ellos. Para facilitar el reciclaje y la adecuada disposición de las basuras se deben impulsar sistemas de recogida y plantas de tratamiento de las basuras que faciliten el separar los distintos componentes. También es importante hacer un buen inventario de productos tóxicos y peligrosos y vigilar para que se traten correctamente. Leyes de envases, como la española del año 1997, y otras similares, deben ayudar a reducir las basuras.
Promover la cooperación internacional. Es imprescindible regular el tráfico de residuos entre países para que no acaben produciendo en otro país los daños ambientales que se impiden en el de procedencia.
Compostaje
De forma tradicional, durante años, los agricultores han reunido los desperdicios orgánicos para transformarlos en abono para sus tierras. Compostar dichos restos no es más que imitar el proceso de fermentación que ocurre normalmente en un suelo de un bosque, pero acelerado y dirigido. El abono resultante proporciona a las tierras a las que se aplica prácticamente los mismos efectos beneficiosos que el humus para una tierra natural.
El desarrollo de la técnica de compostaje a gran escala tiene su origen en la India con las experiencias llevadas a cabo por el inglés Albert Howard desde 1905 a 1947. Su éxito consistió en combinar sus conocimientos científicos con los tradicionales de los campesinos. Su método, llamado método lndore, se basaba en fermentar una mezcla de desechos vegetales y excrementos animales, y humedecerla periódicamente. La palabra compost viene del latín componere, juntar; por lo tanto es la reunión de un conjunto de restos orgánicos que sufre un proceso de fermentación y da un producto de color marrón oscuro, es decir, que en él el proceso de fermentación está esencialmente finalizado. El abono resultante contiene materia orgánica así como nutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro, necesarios para la vida de las plantas.
Fue en el año 1925 cuando en Europa comenzó a estudiarse la posibilidad de descomponer a gran escala las basuras de las ciudades con la puesta en marcha del método indú lndore. En la ciudad holandesa de Hanmer se instaló en 1932 la primera planta de compost hecho con las basuras urbanas, A principios de la década de los 60, había en Europa 37 plantas, Dicho número aumentó considerablemente durante dicha década, y a primeros de los 70 se llegó a 230 plantas, destacando el Estado Francés y el Estado Español, instalándose en este último sobre todo plantas de compost en el Levante Y Andalucía. Sin embargo, a partir de mediados de los setenta la evolución se estancó y se cerraron numerosas plantas. Una de las causas de este estancamiento fue la deficiente calidad del compost producido (no se hacía separación previa en origen de la materia orgánica de los residuos sólidos urbanos) y el poco interés de los agricultores en utilizarlos
En la actualidad, según el Ministerio de Medio Ambiente, las plantas de compost existentes en España son 24, que tratan 1.770.061 Tm y el compost producido es de 365.239 Toneladas/año, con lo cual el rendimiento compost/RSU es de 21,98%. La calidad del producto es variable, pero puede afirmarse que su tendencia es a mejorar por la implantación de modernas -instalaciones de refino y por la mejora de las condiciones de fermentación. En general, según datos de los antiguos ministerios MAPA y MOPTMA, difícilmente se puede absorber la actual producción de compost de R.S.U., sin hacer un esfuerzo serio por mejorar la calidad del producto (con la creación de modelos mínimos de calidad), y por establecer todo ello con ¡as necesarias campañas de promoción
Tratamiento de los materiales orgánicos.
Los materiales orgánicos se someten a dos clases de procesos :
o Proceso anaerobio. Biometanización.
o Proceso aerobio. Compostaje.
El primero, denominado también digestión anaerobia, es un proceso biológico acelerado artificialmente, que tiene lugar en condiciones muy pobres de oxígeno o en su ausencia total, sobre substratos orgánicos. Como resultado se obtiene una mezcla de gases formada por un 99% de metano y dióxido de carbono y un 1% de amoníaco y ácido sulfídrico. El gas combustible, metano, permite obtener energía.
El compostaje es la transformación biológica de la materia orgánica en productos húmicos conocidos como compost y que se emplean como fertilizante. Se realiza en presencia de oxígeno y en condiciones de humedad, PH y temperatura controladas.
El compost se puede obtener a partir de dos tipos de materiales :
• Residuos domésticos.
• Residuos de jardín.
En el primer caso es preciso haber separado previamente la materia orgánica para que no presente ninguna clase de impurezas ni lleve restos de medicinas, sustancias tóxicas, etc.
En primer lugar se procede a su molido y después se dispone en hileras de dos metros y medio a cielo abierto. Los montones son volteados periódicamente con el fin de facilitar la oxigenación y evitar su fermentación anaerobia. El volteo llega a hacerse hasta dos veces por semana mientras la temperatura se mantiene alrededor de 55ºC y el grado de humedad de la hilera es de entre el 50% y el 60%.
A partir del tercer volteo la temperatura se mantiene en los 25ºC indicando que ya ha finalizado la fermentación. Esto ocurre transcurridas tres o cuatro semanas.
Después se deja otro periodo equivalente para que se cure para luego proceder a su afino, para retirar cualquier clase de resto (partículas metálicas, trozos de vidrio, etc) que pudiera haber quedado.
Existen otras variantes a cielo abierto como la pila estática aireada. Por último se han desarrollado sistemas a cubierto con el fin de optimizar el proceso y sobre todo evitar malos olores.
La otra fuente de obtención de compost son los residuos de jardín.
Tratamiento de los plásticos.
Los envases de plástico pueden someterse a tres tipos de procesos.
1. Reciclado mecánico.
2. Reciclado químico.
3. Valorización energética.
El primero consiste en trocear el material para introducirlo posteriormente en una máquina extrusora-granceadora para moldearse después por los métodos tradicionales. Solamente puede aplicarse a los termoplásticos, que son aquellos que funden por la acción de la temperatura. Presenta dos problemas fundamentalmente. El primero es que el plástico ya utilizado pierde parte de sus propiedades lo que obliga a emplearlos en la fabricación de otro tipo de productos con menos exigencias. El segundo es la dificultad para separar los distintos tipos de plásticos. Para ello se han desarrollado diversos sistemas.
El segundo, reciclado químico se utiliza cuando el plástico está muy degradado o es imposible aislarlo de la mezcla en que se encuentra. Se define como la reacción reversible de la polimerización hacia la recuperación de las materias primas. Según el tipo de polímeros se distinguen dos clases de procesos :
1. Polímeros de adición. Por dos procedimientos diferentes :
o Vía térmica. Se usan los siguientes sistemas :
Pirólisis.
Gasificación.
Cracking.
o Vía catalítica. Con los siguientes :
Hidrogenación.
Hidrocracking.
Cracking.
2. Polímeros de condensación. Se aplican los siguientes :
Hidrólisis.
Metanólisis.
Glicólisis.
Otros.
Por último la valorización energética es un tratamiento adecuado para plásticos muy degradados. Es una variante de la incineración en la que la energía asociada con el proceso de combustión es recuperada para generar energía. Las plantas en las que se realiza se asemejan a una central térmica pero difieren en el combustible que en este caso son residuos plásticos.
Tratamiento del vidrio.
Los envases de vidrio se pueden reciclar sin que el material pierda ninguna de sus propiedades. Una vez recogidos son triturados formando un polvo grueso denominado calcín, que sometido a altas temperaturas en un horno, se funde para ser moldeado nuevamentee en forma de botellas, frascos, tarros, etc. que tienen exactamente las mismas cualidades que los objetos de que proceden. El proceso supone un ahorro de materias primas y de energía muy considerable.
Tratamiento del papel y cartón.
Consiste en la recuperación de las fibras de celulosa mediante separación en soluciones acuosas a las que se incorporan sustancias tensioactivas con el fin de eliminar la tinta. La tinta queda en la superficie del baño y se puede separar con facilidad.
Una vez retirada la tinta, se somete la suspensión de las fibras a un secado sobre una superficie plana, para recuperarlas. Después se las hace pasar por unos rodillos que las aplanan y compactan, saliendo finalmente la lámina de papel reciclado.
Tratamiento de los metales.
Los envases de acero estañado, más conocidos como hojalata, son perfectamente reciclables, se emplean en la fabricación de otros envases o como chatarra en las fundiciones siderúrgicas después de haber sido desestañada la hojalata. Todo el acero recuperado se recicla por las necesidades de las acerías. El proceso de reciclado de la hojalata reduce el consumo energético de forma muy notable.
Los envases de aluminio se consideran materia prima en los mercados internacionales. Su reciclado supone un elevado ahorro energético y los materiales obtenidos mantienen sus propiedades al fundirse repetidas veces. Para separarlos del resto se utiliza un mecanismo denominado de corrientes inducidas de Foucault que proyecta hacia fuera de la cinta transportadora los envases de aluminio, pega a ésta los férricos y deja igual a los demás. En combinación con sistemas de electroimanes sirve para completar la separación de los metales.
Tratamiento de los tetrabrikes.
Se reciclan de dos maneras:
• Reciclado conjunto. Dando lugar a un material aglomerado denominado Tectán.
• Reciclado por separado. Los componentes se aprovechan de modo independiente.
En éste último se separan las fibras de celulosa del polietileno y del aluminio en un hidropulper por frotamiento. Tras finalizar el proceso se vacía el hidropulper por su parte inferior através de un filtro que deja pasar el agua y la fibra de celulosa.
Con la recuperación de ésta se ha reciclado un 80% en peso del envase. Para aprovechar el resto se puede recuperar de forma conjunta obteníéndose una granza de polietileno reforzada por el aluminio. Este resto también se usa como combustible en las cementeras, ya que el polietileno es buen combustible y el aluminio oxidado suple a la bauxita, ingrediente del cemento.
Por último para separar el polietileno del aluminio se pueden usar disolventes, recuperando de la disolución el polietileno. También se puede recuperar el aluminio por combustión.
Otros residuos.
Los neumáticos pueden sufrir diferentes procesos:
• Recauchutado.Con lo que puede volver a utilizarse. Consiste en volver a realizar el dibujo gastado.
• Corte. Para que mediante un fundido a presión se puedan fabricar felpudos, zapatillas, etc.Trituración. Con dos variantes:
o Trituración a temperatura ambiente.
o Trituración criogénica.
Ésta última utiliza bajas temperaturas por debajo de su temperatura de transición vítrea convirtiéndolo en un material frágil y quebradizo. Se obtiene así un grano fino y homogéneo.
• Triturado se emplea en :
o Como caucho asfáltico. Mejora el drenaje de la capa asfáltica así como prolonga la duración del pavimento y reduce su fragilidad.
o Como hormigón de asfalto modificado.
o Como combustible en grano. El caucho compuesto por un 83% de carbono en peso tiene una capacidad calorífica de 35MJ/kg. La combustión debe estar muy controlada porque los neumáticos contienen azufre.
o Pirólisis.
o Utilización en el compostaje de fangos. El neumático triturado se utiliza para favorecer la oxigenación y el compostaje.
Las pilas presentan diversos grados de potencial contaminante. Según su composición y tipo tendrán como destino el reciclado o el depósito controlado en un depósito de seguridad.
Son reciclables las pilas botón de óxido de mercurio, óxido de plata y las de níquel-cadmio. El mercurio se recupera mediante un proceso de destilación.
Los aceites de automoción usados son residuos peligrosos. Contienen productos de la degradación de los aditivos que se les añaden como fenoles, compuestos de cloro, hidrocarburos polinucleares aromáticos clorados (PCB), compuestos de plomo, etc. Son procesados por destilación que permiten obtener nuevamente aceites de una calidad comparable a los obtenidos del crudo petrolífero.
Por último los residuos voluminosos como muebles, electrodomésticos son recuperados por particulares y asociaciones que los reparan y revenden o utilizan. Hay que hacer la salvedad de que ciertos electrodomésticos de línea blanca como frigoríficos deben tratarse para su desguace por personal especializado por contener CFC, PCB, etc. Igualmente el material electrónico debe ser tratado de forma especial para evitar que dañe el medio ambiente.
La incineración consiste en la oxidación total de los residuos en exceso de aire y a temperaturas superiores a 850ºC según la normativa europea. Se realiza en hornos apropiados con aprovechamiento o no de la energía producida en cuyo caso se habla de valorización energética.
Los elementos que componen una planta de incineración de residuos urbanos son :
1. Foso receptor.
2. Tolvas de carga.
3. Alimentadores del horno.
4. Horno u horno caldera si se produce energía.
5. Cámara de combustión.
6. Inyección de aire (comprimido).
7. Circuito de agua.
8. Turbo grupo si se produce energíaSistema de depuración de gases.
9. Sistema de evacuación de gases (chimenea).
10. Sistema de captación de partículas.
11. Sistema de enfriamiento de escorias y cenizasSistemas de estabilización de escorias y cenizas.
12. Vertedero controlado para los residuos (escorias, cenizas, etc).
Vertederos controlados:
Los vertederos tradicionales eran simplemente un lugar en el que se acumulaban las basuras. Al no tener ningún tipo de medida sanitaria especial, se llenan de ratas, se incendian, despiden malos olores y humos, y contaminan los acuíferos subterráneos y las aguas superficiales. En España una gran parte de la basura se sigue llevando a este tipo de vertederos aun hoy día.
Un vertedero controlado es un agujero en el que se compacta e impermeabiliza tanto el fondo como los laterales. En estos vertederos la basura se coloca en capas y se recubre todos los días con un delgada capa de tierra para dificultar la proliferación de ratas y malos olores y disminuir el riesgo de incendios.
En este tipo de vertederos se instalan sofisticados sistemas de drenaje para las aguas que rezuman y para los gases (metano) que se producen. Las aguas se deben tratar en plantas depuradoras antes de ser vertidas a ríos o al mar y los gases que se recogen se aprovechan en pequeñas plantas generadoras de energía que sirven para abastecer las necesidades de la planta de tratamiento de las basuras y, en ocasiones, pueden añadir energía a la red general.
Estos vertederos deben estar vigilados y se hacen análisis frecuentes para conocer las emisiones que se están produciendo y corregir los problemas de funcionamiento.
Cuando el vertedero se llena se debe recubrir adecuadamente y dejar el terreno lo más integrado con el paisaje posible. Si esto se hace bien el lugar es apto para múltiples usos, pero se debe seguir controlando durante cierto tiempo después de que haya sido cerrado para asegurar que no se acumula metano que podría provocar peligrosas explosiones, y que no rezuman sustancias tóxicas.
Tendencias internacionales en la gestión de los residuos
La importancia de gestionar bien los recursos es tal que diversos acuerdos internacionales y las Conferencias mundiales sobre el medio Ambiente, como la de Río de 1992, han tratado el tema. También la Unión Europea ha legislado sobre esta cuestión.
Las grandes líneas en las que se deben mover las actuaciones son:
Reducir en origen la producción de residuos. Hay muy buenos ejemplos de que se puede hacer con eficacia y ahorro económico en muchos casos. Por ejemplo, las pilas contienen en la actualidad mucho menos mercurio -peligroso contaminante- que el que contenían hace unos años y las latas de bebidas han reducido su peso un 35%, en relación al que tenían en los años setenta, gracias a su mejor diseño y fabricación. Para impulsar acciones de este tipo los gobiernos deben favorecer la investigación y la implantación de políticas de este tipo en las empresas, reduciendo sus impuestos, ayudándoles económicamente o con las medidas que se consideren más oportunas.
Tratar adecuadamente los residuos producidos. Se debe impulsar el reciclaje con campañas de sensibilización que tanto éxito han tenido en muchas comunidades. Hay muchos lugares en los que se ha reducido más del 40% el volumen de las basuras generadas. También en este caso las autoridades deben ayudar, además, a que se usen adecuadamente los materiales reciclados y a que haya mercado para ellos. Para facilitar el reciclaje y la adecuada disposición de las basuras se deben impulsar sistemas de recogida y plantas de tratamiento de las basuras que faciliten el separar los distintos componentes. También es importante hacer un buen inventario de productos tóxicos y peligrosos y vigilar para que se traten correctamente. Leyes de envases, como la española del año 1997, y otras similares, deben ayudar a reducir las basuras.
Promover la cooperación internacional. Es imprescindible regular el tráfico de residuos entre países para que no acaben produciendo en otro país los daños ambientales que se impiden en el de procedencia.
Compostaje
De forma tradicional, durante años, los agricultores han reunido los desperdicios orgánicos para transformarlos en abono para sus tierras. Compostar dichos restos no es más que imitar el proceso de fermentación que ocurre normalmente en un suelo de un bosque, pero acelerado y dirigido. El abono resultante proporciona a las tierras a las que se aplica prácticamente los mismos efectos beneficiosos que el humus para una tierra natural.
El desarrollo de la técnica de compostaje a gran escala tiene su origen en la India con las experiencias llevadas a cabo por el inglés Albert Howard desde 1905 a 1947. Su éxito consistió en combinar sus conocimientos científicos con los tradicionales de los campesinos. Su método, llamado método lndore, se basaba en fermentar una mezcla de desechos vegetales y excrementos animales, y humedecerla periódicamente. La palabra compost viene del latín componere, juntar; por lo tanto es la reunión de un conjunto de restos orgánicos que sufre un proceso de fermentación y da un producto de color marrón oscuro, es decir, que en él el proceso de fermentación está esencialmente finalizado. El abono resultante contiene materia orgánica así como nutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro, necesarios para la vida de las plantas.
Fue en el año 1925 cuando en Europa comenzó a estudiarse la posibilidad de descomponer a gran escala las basuras de las ciudades con la puesta en marcha del método indú lndore. En la ciudad holandesa de Hanmer se instaló en 1932 la primera planta de compost hecho con las basuras urbanas, A principios de la década de los 60, había en Europa 37 plantas, Dicho número aumentó considerablemente durante dicha década, y a primeros de los 70 se llegó a 230 plantas, destacando el Estado Francés y el Estado Español, instalándose en este último sobre todo plantas de compost en el Levante Y Andalucía. Sin embargo, a partir de mediados de los setenta la evolución se estancó y se cerraron numerosas plantas. Una de las causas de este estancamiento fue la deficiente calidad del compost producido (no se hacía separación previa en origen de la materia orgánica de los residuos sólidos urbanos) y el poco interés de los agricultores en utilizarlos
En la actualidad, según el Ministerio de Medio Ambiente, las plantas de compost existentes en España son 24, que tratan 1.770.061 Tm y el compost producido es de 365.239 Toneladas/año, con lo cual el rendimiento compost/RSU es de 21,98%. La calidad del producto es variable, pero puede afirmarse que su tendencia es a mejorar por la implantación de modernas -instalaciones de refino y por la mejora de las condiciones de fermentación. En general, según datos de los antiguos ministerios MAPA y MOPTMA, difícilmente se puede absorber la actual producción de compost de R.S.U., sin hacer un esfuerzo serio por mejorar la calidad del producto (con la creación de modelos mínimos de calidad), y por establecer todo ello con ¡as necesarias campañas de promoción
Tratamiento de los materiales orgánicos.
Los materiales orgánicos se someten a dos clases de procesos :
o Proceso anaerobio. Biometanización.
o Proceso aerobio. Compostaje.
El primero, denominado también digestión anaerobia, es un proceso biológico acelerado artificialmente, que tiene lugar en condiciones muy pobres de oxígeno o en su ausencia total, sobre substratos orgánicos. Como resultado se obtiene una mezcla de gases formada por un 99% de metano y dióxido de carbono y un 1% de amoníaco y ácido sulfídrico. El gas combustible, metano, permite obtener energía.
El compostaje es la transformación biológica de la materia orgánica en productos húmicos conocidos como compost y que se emplean como fertilizante. Se realiza en presencia de oxígeno y en condiciones de humedad, PH y temperatura controladas.
El compost se puede obtener a partir de dos tipos de materiales :
• Residuos domésticos.
• Residuos de jardín.
En el primer caso es preciso haber separado previamente la materia orgánica para que no presente ninguna clase de impurezas ni lleve restos de medicinas, sustancias tóxicas, etc.
En primer lugar se procede a su molido y después se dispone en hileras de dos metros y medio a cielo abierto. Los montones son volteados periódicamente con el fin de facilitar la oxigenación y evitar su fermentación anaerobia. El volteo llega a hacerse hasta dos veces por semana mientras la temperatura se mantiene alrededor de 55ºC y el grado de humedad de la hilera es de entre el 50% y el 60%.
A partir del tercer volteo la temperatura se mantiene en los 25ºC indicando que ya ha finalizado la fermentación. Esto ocurre transcurridas tres o cuatro semanas.
Después se deja otro periodo equivalente para que se cure para luego proceder a su afino, para retirar cualquier clase de resto (partículas metálicas, trozos de vidrio, etc) que pudiera haber quedado.
Existen otras variantes a cielo abierto como la pila estática aireada. Por último se han desarrollado sistemas a cubierto con el fin de optimizar el proceso y sobre todo evitar malos olores.
La otra fuente de obtención de compost son los residuos de jardín.
Tratamiento de los plásticos.
Los envases de plástico pueden someterse a tres tipos de procesos.
1. Reciclado mecánico.
2. Reciclado químico.
3. Valorización energética.
El primero consiste en trocear el material para introducirlo posteriormente en una máquina extrusora-granceadora para moldearse después por los métodos tradicionales. Solamente puede aplicarse a los termoplásticos, que son aquellos que funden por la acción de la temperatura. Presenta dos problemas fundamentalmente. El primero es que el plástico ya utilizado pierde parte de sus propiedades lo que obliga a emplearlos en la fabricación de otro tipo de productos con menos exigencias. El segundo es la dificultad para separar los distintos tipos de plásticos. Para ello se han desarrollado diversos sistemas.
El segundo, reciclado químico se utiliza cuando el plástico está muy degradado o es imposible aislarlo de la mezcla en que se encuentra. Se define como la reacción reversible de la polimerización hacia la recuperación de las materias primas. Según el tipo de polímeros se distinguen dos clases de procesos :
1. Polímeros de adición. Por dos procedimientos diferentes :
o Vía térmica. Se usan los siguientes sistemas :
Pirólisis.
Gasificación.
Cracking.
o Vía catalítica. Con los siguientes :
Hidrogenación.
Hidrocracking.
Cracking.
2. Polímeros de condensación. Se aplican los siguientes :
Hidrólisis.
Metanólisis.
Glicólisis.
Otros.
Por último la valorización energética es un tratamiento adecuado para plásticos muy degradados. Es una variante de la incineración en la que la energía asociada con el proceso de combustión es recuperada para generar energía. Las plantas en las que se realiza se asemejan a una central térmica pero difieren en el combustible que en este caso son residuos plásticos.
Tratamiento del vidrio.
Los envases de vidrio se pueden reciclar sin que el material pierda ninguna de sus propiedades. Una vez recogidos son triturados formando un polvo grueso denominado calcín, que sometido a altas temperaturas en un horno, se funde para ser moldeado nuevamentee en forma de botellas, frascos, tarros, etc. que tienen exactamente las mismas cualidades que los objetos de que proceden. El proceso supone un ahorro de materias primas y de energía muy considerable.
Tratamiento del papel y cartón.
Consiste en la recuperación de las fibras de celulosa mediante separación en soluciones acuosas a las que se incorporan sustancias tensioactivas con el fin de eliminar la tinta. La tinta queda en la superficie del baño y se puede separar con facilidad.
Una vez retirada la tinta, se somete la suspensión de las fibras a un secado sobre una superficie plana, para recuperarlas. Después se las hace pasar por unos rodillos que las aplanan y compactan, saliendo finalmente la lámina de papel reciclado.
Tratamiento de los metales.
Los envases de acero estañado, más conocidos como hojalata, son perfectamente reciclables, se emplean en la fabricación de otros envases o como chatarra en las fundiciones siderúrgicas después de haber sido desestañada la hojalata. Todo el acero recuperado se recicla por las necesidades de las acerías. El proceso de reciclado de la hojalata reduce el consumo energético de forma muy notable.
Los envases de aluminio se consideran materia prima en los mercados internacionales. Su reciclado supone un elevado ahorro energético y los materiales obtenidos mantienen sus propiedades al fundirse repetidas veces. Para separarlos del resto se utiliza un mecanismo denominado de corrientes inducidas de Foucault que proyecta hacia fuera de la cinta transportadora los envases de aluminio, pega a ésta los férricos y deja igual a los demás. En combinación con sistemas de electroimanes sirve para completar la separación de los metales.
Tratamiento de los tetrabrikes.
Se reciclan de dos maneras:
• Reciclado conjunto. Dando lugar a un material aglomerado denominado Tectán.
• Reciclado por separado. Los componentes se aprovechan de modo independiente.
En éste último se separan las fibras de celulosa del polietileno y del aluminio en un hidropulper por frotamiento. Tras finalizar el proceso se vacía el hidropulper por su parte inferior através de un filtro que deja pasar el agua y la fibra de celulosa.
Con la recuperación de ésta se ha reciclado un 80% en peso del envase. Para aprovechar el resto se puede recuperar de forma conjunta obteníéndose una granza de polietileno reforzada por el aluminio. Este resto también se usa como combustible en las cementeras, ya que el polietileno es buen combustible y el aluminio oxidado suple a la bauxita, ingrediente del cemento.
Por último para separar el polietileno del aluminio se pueden usar disolventes, recuperando de la disolución el polietileno. También se puede recuperar el aluminio por combustión.
Otros residuos.
Los neumáticos pueden sufrir diferentes procesos:
• Recauchutado.Con lo que puede volver a utilizarse. Consiste en volver a realizar el dibujo gastado.
• Corte. Para que mediante un fundido a presión se puedan fabricar felpudos, zapatillas, etc.Trituración. Con dos variantes:
o Trituración a temperatura ambiente.
o Trituración criogénica.
Ésta última utiliza bajas temperaturas por debajo de su temperatura de transición vítrea convirtiéndolo en un material frágil y quebradizo. Se obtiene así un grano fino y homogéneo.
• Triturado se emplea en :
o Como caucho asfáltico. Mejora el drenaje de la capa asfáltica así como prolonga la duración del pavimento y reduce su fragilidad.
o Como hormigón de asfalto modificado.
o Como combustible en grano. El caucho compuesto por un 83% de carbono en peso tiene una capacidad calorífica de 35MJ/kg. La combustión debe estar muy controlada porque los neumáticos contienen azufre.
o Pirólisis.
o Utilización en el compostaje de fangos. El neumático triturado se utiliza para favorecer la oxigenación y el compostaje.
Las pilas presentan diversos grados de potencial contaminante. Según su composición y tipo tendrán como destino el reciclado o el depósito controlado en un depósito de seguridad.
Son reciclables las pilas botón de óxido de mercurio, óxido de plata y las de níquel-cadmio. El mercurio se recupera mediante un proceso de destilación.
Los aceites de automoción usados son residuos peligrosos. Contienen productos de la degradación de los aditivos que se les añaden como fenoles, compuestos de cloro, hidrocarburos polinucleares aromáticos clorados (PCB), compuestos de plomo, etc. Son procesados por destilación que permiten obtener nuevamente aceites de una calidad comparable a los obtenidos del crudo petrolífero.
Por último los residuos voluminosos como muebles, electrodomésticos son recuperados por particulares y asociaciones que los reparan y revenden o utilizan. Hay que hacer la salvedad de que ciertos electrodomésticos de línea blanca como frigoríficos deben tratarse para su desguace por personal especializado por contener CFC, PCB, etc. Igualmente el material electrónico debe ser tratado de forma especial para evitar que dañe el medio ambiente.
La incineración consiste en la oxidación total de los residuos en exceso de aire y a temperaturas superiores a 850ºC según la normativa europea. Se realiza en hornos apropiados con aprovechamiento o no de la energía producida en cuyo caso se habla de valorización energética.
Los elementos que componen una planta de incineración de residuos urbanos son :
1. Foso receptor.
2. Tolvas de carga.
3. Alimentadores del horno.
4. Horno u horno caldera si se produce energía.
5. Cámara de combustión.
6. Inyección de aire (comprimido).
7. Circuito de agua.
8. Turbo grupo si se produce energíaSistema de depuración de gases.
9. Sistema de evacuación de gases (chimenea).
10. Sistema de captación de partículas.
11. Sistema de enfriamiento de escorias y cenizasSistemas de estabilización de escorias y cenizas.
12. Vertedero controlado para los residuos (escorias, cenizas, etc).
Tipos de residuos
TIPOS DE RESIDUOS
Dada la cantidad de tipos de materiales y utilización de los residuos se hace necesaria una clasificación, por tanto, los residuos se clasifican en:
1. Residuos sólidos urbanos:
Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son los que se originan en la actividad doméstica y comercial de ciudades y pueblos. En los países desarrollados en los que cada vez se usan más envases, papel, y en los que la cultura de "usar y tirar" se ha extendido a todo tipo de bienes de consumo, las cantidades de basura que se generan han ido creciendo hasta llegar a cifras muy altas.
Composición de los RSU
Los residuos producidos por los habitantes urbanos comprenden basura, muebles y electrodomésticos viejos, embalajes y desperdicios de la actividad comercial, restos del cuidado de los jardines, la limpieza de las calles, etc. El grupo más voluminoso es el de las basuras domésticas.
La basura suele estar compuesta por:
• Materia orgánica.- Son los restos procedentes de la limpieza o la preparación de los alimentos junto la comida que sobra.
• Papel y cartón.- Periódicos, revistas, publicidad, cajas y embalajes, etc.
• Plásticos.- Botellas, bolsas, embalajes, platos, vasos y cubiertos desechables, etc.
• Vidrio.- Botellas, frascos diversos, vajilla rota, etc.
• Metales.- Latas, botes, etc.
• Otros
En las zonas más desarrolladas la cantidad de papel y cartón es más alta, constituyendo alrededor de un tercio de la basura, seguida por la materia orgánica y el resto. En cambio si el país está menos desarrollado la cantidad de materia orgánica es mayor -hasta las tres cuartas partes en los países en vías de desarrollo- y mucho menor la de papeles, plásticos, vidrio y metales.
Cantidad de RSU
En España la cantidad de RSU generada por habitante y día es de alrededor de 1 kilogramo en las ciudades grandes y medianas, y algo menor en ciudades pequeñas y pueblos. En las zonas rurales se aprovechan mejor los residuos y se tira menor cantidad, mientras que las ciudades y el mayor nivel de vida fomentan el consumo y la producción de basura. En EEUU la media es de más de 2 kilogramos por habitante y día.
Para un buen diseño de recogida y tratamiento de las basuras es necesario tener en cuenta, además, las variaciones según los días y las épocas del año. En los lugares turísticos las temporadas altas suponen una aumento muy importante en los residuos producidos. También épocas especiales como fiestas y ferias, acontecimientos deportivos importantes, etc. se notan en la cantidad de basura. En verano la proporción de materia orgánica suele ser mayor, mientras que en invierno aumenta la proporción de cenizas.
Cataluña es la comunidad autónoma que más residuos incinera en España con el consiguiente daño ambiental, según denunció Greenpeace en su informe "La situación de las basuras en España". El trabajo analiza los datos oficiales más recientes del Ministerio de Medio Ambiente y saca a la luz la realidad que se desprende de su estudio en profundidad.
El análisis por Comunidades Autónomas indica que Cataluña genera el 17,22% de los residuos generados en todo el Estado. Considerando que Cataluña incinera el 20,18% de sus basuras, es la CCAA que más contribuye al cómputo estatal de residuos quemados en incineradora. Sin embargo, el compostaje de materia orgánica es casi simbólico, ya que solamente el 0,42% de sus residuos acaban convertidos en compost. Ante este panorama Cataluña necesita un cambio de modelo en el que prioricen políticas de prevención y reciclaje. El cierre de las incineradoras de Montcada y de Lleida podría suponer una tendencia hacia el fin de la incineración en Cataluña posibilitando el cambio de modelo.
A pesar de que las legislaciones comunitarias sobre residuos aumentan y priorizan la prevención de la producción de residuos no está resultando eficaz. Desde 1996 hasta los últimos datos de que se disponen, 2003, el crecimiento total de residuos urbanos en España ha sido del 40%. El informe analiza también la evolución de la producción de residuos por habitante y día, para eliminar el crecimiento derivado del aumento de población. En este caso observamos que hemos pasado de generar 1,06 Kg. diarios a 1,38g, un aumento del 29,35%. El Plan Nacional de Residuos 2000-2006 establecía como objetivo reducir los residuos a la cota de 1996. Los datos oficiales demuestran que la cantidad de residuos que generamos no sólo no han disminuido, sino superan en casi el 30% ese objetivo.
Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, la recuperación de estos residuos (a través del tratamiento de la materia orgánica y de la recogida selectiva) es del 36,56%. La realidad es muy distinta. El 89% de los residuos que se derivan a compostaje (28,14% del total) se rechazan a la entrada de planta y, por lo tanto, no se recuperan. En España sólo se recuperan el 11,5% de los residuos. El 88,5% de los residuos urbanos generados acaban quemados en incineradora o enterrados en vertederos. Además todo lo que se recoge de forma selectiva no se recicla. Por tanto, no sabemos qué tanto por ciento de ese 11,5% de residuos recuperados se aprovechan realmente.
Ante esta realidad, Greenpeace concluye que el actual modelo de gestión de basuras en España es un fracaso y que no se están respetando los objetivos que se establecen en los planes, ni en muchos casos la legislación vigente.
Además, es preocupante el beneficioso negocio que ha surgido entorno a las basuras y que está bloqueando la resolución del problema. El caso más evidente es el de la incineración de residuos, que aún siendo un tratamiento de eliminación y no de recuperación, resurge como respuesta política al problema de los residuos en muchos lugares de España, con fuertes subvenciones. Otro de los negocios lo protagonizan consorcios como Ecoembes que recaudan el 100% de la tasa que pagamos por los envases cuando sólo se recuperan a través del contenedor amarillo el 4,2% de los envases domésticos.
Greenpeace exige que se defina, de cara al Plan Nacional de Residuos que habrá de entrar en vigor en 2007, un cambio de modelo. Este nuevo modelo se debe fundamentar en el principio de Residuo Cero, cuyo objetivo es alcanzar la recuperación de todos los materiales que se encuentran en las basuras. "Hoy por hoy el único modelo que reduce el problema de las basuras es el que aplica el principio de residuo cero y que ya se está aplicando con éxito en países como Alemania o Suiza. España no puede permitirse seguir poniendo parches a este grave problema ambiental", ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.
Las medidas que se deben adoptar para alcanzar el objetivo Residuo Cero pasan por:
• La recogida selectiva de la materia orgánica y su aprovechamiento
• fortalecer la reutilización, reimplantando, por ejemplo, los sistemas de depósito, devolución y retorno de los envases
• que los fabricantes se responsabilicen de sus productos durante todo el ciclo de vida, incluida la gestión de los residuos que generen
• que se establezcan tasas para todos los residuos que se desaprovechen (eliminen) que financien políticas de prevención y producción limpia
Recogida y tratamiento de los RSU
Gestionar adecuadamente los RSU es uno de los mayores problemas de muchos municipios en la actualidad. El tratamiento moderno del tema incluye varias fases:
• Recogida selectiva.- La utilización de contenedores que recogen separadamente el papel y el vidrio está cada vez más extendida y también se están poniendo otros contenedores para plásticos, metal, pilas, etc. En las comunidades más avanzadas en la gestión de los RSU en cada domicilio se recogen los distintos residuos en diferentes bolsas y se cuida especialmente este trabajo previo del ciudadano separando los diferentes tipos de basura. En esta fase hay que cuidar que no se produzcan roturas de las bolsas y contenedores, colocación indebida, derrame de basuras por las cales, etc. También se están diseñando camiones para la recogida y contenedores con sistemas que facilitan la comodidad y la higiene en este trabajo.
• Recogida general.- La bolsa general de basura, en aquellos sitios en donde no hay recogida selectiva, o la que contiene lo que no se ha puesto en los contenedores específicos, se deposita en contenedores o en puntos especiales de las calles y desde allí es transportada a los vertederos o a las plantas de selección y tratamiento.
• Plantas de selección. En los vertederos más avanzados, antes de tirar la basura general, pasa por una zona de selección en la que, en parte manualmente y en parte con máquinas se le retiran latas (con sistemas magnéticos), cosas voluminosas, etc.
• Reciclaje y recuperación de materiales.- Lo ideal sería recuperar y reutilizar la mayor parte de los RSU. Con el papel, telas, cartón se hace nueva pasta de papel, lo que evita talar nuevos árboles. Con el vidrio se puede fabricar nuevas botellas y envases sin necesidad de extraer más materias primas y, sobre todo, con mucho menor gasto de energía. Los plásticos se separan, porque algunos se pueden usar para fabricar nueva materia prima y otros para construir objetos diversos.
• Compostaje.- La materia orgánica fermentada forma el "compost" que se puede usar para abonar suelos, alimentar ganado, construir carreteras, obtener combustibles, etc. Para que se pueda utilizar sin problemas es fundamental que la materia orgánica no llegue contaminada con sustancias tóxicas. Por ejemplo, es muy frecuente que tenga exceso de metales tóxicos que hacen inútil al compost para usos biológicos al ser muy difícil y cara su eliminación.
• Vertido.- El procedimiento más usual, aunque no el mejor, de disponer de las basuras suele ser depositarlas en vertederos. Aunque se usen buenos sistemas de reciclaje o la incineración, al final siempre quedan restos que deben ser llevados a vertederos. Es esencial que los vertederos estén bien construidos y utilizados para minimizar su impacto negativo. Uno de los mayores riesgos es que contaminen las aguas subterráneas y para evitarlo se debe impermeabilizar bien el suelo del vertedero y evitar que las aguas de lluvias y otras salgan del vertedero sin tratamiento, arrastrando contaminantes al exterior. Otro riesgo está en los malos olores y la concentración de gases explosivos producidos al fermentar las basuras. Para evitar esto se colocan dispositivos de recogida de gases que luego se queman para producir energía. También hay que cuidar cubrir adecuadamente el vertedero, especialmente cuando termina su utilización, para disminuir los impactos visuales.
• Incineración.- Quemar las basuras tiene varias ventajas, pero también algún inconveniente. Entre las ventajas está el que se reduce mucho el volumen de vertidos (quedan las cenizas) y el que se obtienen cantidades apreciables de energía. Entre las desventajas el que se producen gases contaminantes, algunos potencialmente peligrosos para la salud humana, como las dioxinas. Existen incineradoras de avanzada tecnología que, si funcionan bien, reducen mucho los aspectos negativos, pero son caras de construcción y manejo y para que sean rentables deben tratar grandes cantidades de basura.
2. Residuos industriales:
La industria genera una gran cantidad de residuos muchos de los cuales son recuperables. El problema está en que las técnicas para aprovechar los residuos y hacerlos útiles son caras y en muchas ocasiones no compensa económicamente hacerlo. De todas formas, está aumentando la proporción de residuos que se valorizan para usos posteriores.
Residuos industriales inertes y asimilables a los RSU
Los residuos inertes son escombros, gravas, arenas y demás materiales que no presentan riesgo para el ambiente. Hay dos posibles tratamientos para estos materiales: reutilizarlos como relleno en obras públicas o construcciones o depositarlos en vertederos adecuados. El principal impacto negativo que pueden producir es el visual, por o que se debe usar lugares adecuados, como canteras abandonadas o minas al aire libre y se deben recubrir con tierra y plantas para reconstruir el paisaje.
Los residuos similares a los sólidos urbanos que se producen en las industrias suelen ser recogidos y tratados de forma similar al resto de los RSU.
Residuos peligrosos
Son las sustancias que son inflamables, corrosivas, tóxicas o pueden producir reacciones químicas, cuando están en concentraciones que pueden ser peligrosas para la salud o para el ambiente.
El impacto negativo de estas sustancias se ve agravado cuando son difíciles de degradar en la naturaleza. Los ecosistemas naturales están muy bien preparados, por millones de años de evolución, para asimilar y degradar las sustancias naturales. Siempre hay algún tipo de microorganismo o de proceso bioquímico que introduce en los ciclos de los elementos las moléculas. Pero en la actualidad se sintetizan miles de productos que nunca habían existido antes y algunos de ellos, como es el caso de los CFC, DDT, muchos plásticos, etc. permanecen muchos años antes de ser eliminados. Además al salir tantas moléculas nuevas cada año, aunque se hacen ensayos cuidadosos para asegurar que se conocen bien sus características, no siempre se sabe bien que puede suceder con ellos a medio o largo plazo.
Otro hecho que aumenta el daño es la bioacumulación que se produce en sustancias, como algunos pesticidas del grupo del DDT. En otras ocasiones los residuos se transforman en sustancias más tóxicas que ellos mismos.
Residuos tóxicos y peligrosos (según las directivas de la Unión Europea) son los que contienen en determinadas concentraciones:
• As, Cd, Be, Pb, Se, Te, Hg, Sb y sus compuestos
• Compuestos de cobre solubles
• Fenol, éteres, solventes orgánicos, hidrocarburos policíclicos aromáticos cancerígenos
• Isocianatos, cianuros orgánicos e inorgánicos
• Biocidas y compuestos fito farmacéuticos
• Compuestos farmacéuticos
• Polvo y fibras de asbesto
• Peróxidos, cloratos y percloratos
• Carbonilos de metales
• Acidos y bases usados en el tratamiento de metales
• Compuestos de cromo hexavalente
• Organohalogenados no inertes
• Alquitranes
• Materiales químicos de laboratorio no identificados o nuevos compuestos de efectos ambientales no conocidos
En la legislación española se añaden a esta lista:
• Talio y sus compuestos
• Los residuos procedentes d la industria del dióxido de titanio
• Los aceites usados minerales o sintéticos, incluyendo las mezclas agua-aceite y las emulsiones.
Producción de residuos peligrosos
La industria que contribuye más a la producción de este tipo de residuos, en España, es la química, responsable de alrededor de un tercio de todos los que se generan (ver Lindano). Después se sitúan la del automóvil (11%), la metalurgia (10%), seguidas por la industria papelera, alimentaria y de la piel.
Las zonas que más residuos de este tipo producen son, lógicamente, las más industrializadas, con Cataluña (24%), País Vasco (16%), Asturias (15%) y Galicia (15%). Alrededor de un tercio de los residuos peligrosos que se producen son eliminados en el mismo lugar de su formación por las empresas productoras.
Gestión
La primera medida que se debe considerar siempre es si es posible generar menos residuos o aprovecharlos en otros procesos de fabricación. Continuamente están saliendo nuevas tecnologías que permiten fabricar con menor producción de residuos, lo que tiene la ventaja de que los costes se reducen porque se desperdicia menos materia prima y no hay que tratar tanto residuo. En la actualidad, en la mayor parte de los sectores industriales, existen tecnologías limpias y el problema es más de capacidad de invertir de las empresas y de formación en los distintos grupos de trabajadores que de otro tipo. Muchas empresas están reduciendo llamativamente la emisión de contaminantes y la generación de residuos, ahorrándose así mucho dinero.
Pero al final de los procesos industriales siempre se generan más o menos residuos. Con la tecnología actual sería posible reducir el impacto negativo de cualquier contaminante a prácticamente cero. Pero hacerlo así en todos los casos sería tan caro que paralizaría otras posibles actividades. Por eso, en la gestión de los residuos tóxicos se busca tratarlos y almacenarlos de forma que no resulten peligrosos, dentro de un costo económico proporcionado. Esto se consigue con diversos procedimientos, dependiendo de cual sea el tipo de residuo. Así tenemos:
Tratamientos físicos, químicos y biológicos.- Consiste en someter al residuo a procesos físicos (filtrado, centrifugado, decantado, etc.); biológicos (fermentaciones, digestiones por microorganismos, etc.) o químicos (neutralizaciones, reacciones de distinto tipo). De esta forma se consigue transformar el producto tóxico en otros que lo son menos y se pueden llevar a vertederos o usar como materia prima para otros procesos. Las plantas de tratamiento tienen que estar correctamente diseñadas para no contaminar con sus emisiones.
Tratamientos de los RSU: Los ya mencionados anteriormente
3. Residuos agrarios:
Se incluye en este grupo los residuos de las actividades del llamado sector primario de la economía (agricultura, ganadería, pesca, actividad forestal y cinegética) y los producidos por industrias alimenticias, desde los mataderos y las empresas lácteas hasta las harineras y el tabaco.
La mayor parte de los residuos de estas actividades son orgánicos: ramas, paja, restos de animales y plantas, etc. Muchos de ellos se quedan en el campo y no se pueden considerar residuos porque contribuyen de forma muy eficaz a mantener los nutrientes del suelo. En algunos bosques aumentan el riesgo de incendio, pero desde el punto de vista de la ecología, retirar toda la materia orgánica disminuye la productividad y retrasa la maduración del ecosistema.
Algunas granjas intensivas y muchas industrias conserveras, aceiteras o similares generan residuos mucho más contaminantes que, por su gran volumen o su toxicidad, exigirían tratamientos especiales y caros.
Tratamiento de los residuos agrarios
En las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales casi todos los restos se aprovechaban. Se quemaban para obtener energía; se usaban para abonar los campos; la paja servía para alimentar al ganado, etc.
Los métodos modernos de explotación del campo han convertido en residuos muchos de estos restos antes aprovechables. Ya no hay ganado que trabaje los campos y la paja ha perdido su valor porque es más rentable alimentar al ganado con piensos compuestos; los abonos químicos son más baratos que los orgánicos que exigen ser manipulados.
La principal dificultad para un aprovechamiento adecuado de estos residuos es la económica y por eso se deben pensar incentivos que faciliten su uso. Ayudas a la agricultura ecológica que usa abonos naturales o al uso de la biomasa para obtener energía.
Otra dificultad importante para la adecuada gestión de estos residuos es el tamaño y la dispersión de las explotaciones que muchas veces no tienen capacidad económica suficiente para tratarlos bien y se convierten en importantes fuentes de contaminación.
Producción de biogás
Los residuos de estas actividades tienen una alto contenido energético. Antes se aprovechaban quemándolos, pero en la actualidad una experiencia muy positiva en algunas regiones ha sido la obtención de gas metano por la fermentación de la biomasa.
Los restos orgánicos de las explotaciones se acumulan en un reactor en el que fermentan. En este proceso se produce gas metano que se quema para dar energía. Si el tamaño de la explotación es suficiente puede abastecerse de energía y en los países del tercer mundo está siendo la fuente principal de energía de muchas familias que no tienen acceso a suministros comerciales de combustible o electricidad
4. Residuos sanitarios:
TIPOS DE R SANITARIOS:
Grupo I. Residuos asimilables a municipales
Son aquellos que, aunque se han generado en los centros sanitarios, no tienen nada que ver con la actividad sanitaria y que, por lo tanto, no plantean exigencias especiales en su gestión. En este grupo se incluyen los residuos asimilables a urbanos (cartón, papel, material de oficinas y despachos, cocinas , bares, comedores, jardinería y otros); este grupo supone del orden del 50% de los residuos generados en un centro sanitario.
Grupo II. Residuos sanitarios no específicos
Son aquellos que, aunque se han generado como consecuencia de la actividad sanitaria, no representan mayor riesgo para la salud y el medio ambiente que los residuos sólidos urbanos.
Estos residuos están sujetos a requerimientos adicionales exclusivamente en el ámbito del centro sanitario. Estos R incluyen material de curas, yesos, ropas y material de un solo uso, contaminados con sangre, secreciones y/o excreciones. Estos residuos suponen del orden del 40% de los R generados en un centro sanitario. La recogida de los RS del grupo II (no específicos) se llevará a cabo mediante bolsas de polietileno de galga adecuada, nunca inferior a 220 mg/cm 2 , debidamente acreditadas por el Departament de Sanitat i Seguretat Social
Grupo III. Residuos sanitarios específicos o de riesgo
Son residuos con los que se han de observar medidas de prevención en su manipulación, recogida, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición, tanto dentro como fuera del centro generador. Estos residuos suponen menos del 10% de la totalidad de los R generados en un centro sanitario. En este grupo se incluyen:
o residuos sanitarios infecciosos.
o agujas y material punzante y cortante.
o cultivos y reservas de agentes infecciosos.
o residuos de animales inoculados biológicamente.
o vacunas vivas y atenuadas.
o sangre y hemoderivados en forma líquida contenida en recipientes.
o residuos anatómicos.
Los residuos del grupo III (residuos sanitarios específicos o de riesgo) se depositarán en recipientes rígidos, herméticos y rotulados con la indicación "Residuos de riesgo". Los residuos cortantes y punzantes se recogerán en recipientes rígidos más pequeños, identificados con el letrero "Residuos de riesgo".
Los residuos sanitarios específicos líquidos correspondientes a muestras de sangre, hemoderivados y otros líquidos biológicos que no puedan ser vertidos por el desagüe, se recogerán en recipientes rígidos impermeables y herméticos.
Grupo IV. Residuos tipificados en normativas singulares, citotóxicos
La gestión de estos residuos está sujeta a requerimientos especiales desde el punto de vista higiénico y medioambiental, tanto dentro como fuera del centro generador. Este grupo incluye: Residuos citotóxicos. Residuos químicos. Medicamentos caducados. Aceites minerales y sintéticos. Residuos de laboratorios radiológicos. Residuos radioactivos. Los citotóxicos , residuos del grupo IV, se depositarán en recipientes rígidos de polietileno o poliestireno, de un solo uso y herméticos, rotulados con la indicación "Material contaminado químicamente. Citotóxicos".
La normativa considera RS a los que están incluidos en el grupo II, grupo III y los citotóxicos de entre los del grupo IV.
TRANSPORTE
El transporte de los RS deberá tener en cuenta criterios de responsabilidad, agilidad, rapidez, asepsia, inocuidad y seguridad. Los residuos recogidos en las diferentes zonas del centro se transportarán al almacén central de RS del mismo centro. El personal que transporta los residuos tendrá que protegerse con guantes que sean resistentes a los pinchazos y que no se puedan perforar. Los contenedores y los sistemas de transporte que hayan contenido residuos de riesgo se desinfectarán después de cada operación. Se delimitarán y definirán zonas intermedias de almacenamiento de los residuos, convenientemente señalizadas, en donde se depositarán en espera de su recogida y traslado al almacén central. Los RS se podrán almacenar dentro del mismo centro sanitario durante un período máximo de 72 horas, prorrogable a una semana en centros hospitalarios y por un período máximo de 1 mes en centros sanitarios extrahospitalarios. El lugar de almacenamiento debe estar ventilado, ser espacioso, estar bien iluminado y debidamente señalizado y estar acondicionado para poder realizar la desinfección y limpieza correspondiente.
El almacén tiene que poderse cerrar, tener fácil acceso desde el exterior y estar protegido de la intemperie, de las temperaturas elevadas y de los animales.
NORMAS Y PRECAUCIONES
Los productores y/o poseedores de RS adoptarán las medidas necesarias para asegurar que la gestión se haga de acuerdo con lo que establece la normativa de RS. Los decretos y normas que avalan el Programa de Gestión Intracentro de Residuos Sanitarios (PGIRS), se interpretan como un instrumento para facilitar y garantizar la correcta gestión de estos residuos. Es necesario que la definición, aplicación y consolidación de un nuevo sistema de gestión intracentro de RS sea objeto de un Plan formal por escrito, debidamente elaborado, en donde participen todos los profesionales implicados en la gestión de estos residuos. Este Plan tendrá que ser convenientemente analizado y consensuado por todas las partes implicadas.
• Designación de los responsables del plan
• Análisis de la situación actual
• Elaboración y redacción
• Puesta en marcha
• Control y seguimiento
Todos los centros, servicios y/o establecimientos sanitarios y sociosanitarios que generan RS específicos deben tener y llevar al día el libro de registro del control de residuos sanitarios, en el que han de hacer constar todos los datos referentes a los residuos generados (fecha de cesión a un gestor de residuos autorizado, número de la hoja de seguimiento, volumen, incidencias y otros).
PRECAUCIONES ESPECIALES
Para evitar posibles riesgos, es imprescindible el sentido común y la responsabilidad de todas las personas que intervengan en la gestión de los RS. Por esto, se deben observar varias normas elementales que, si no se cumplen, pueden repercutir directamente en nosotros mismos y en terceras personas implicadas en el proceso. * No se han de depositar en un mismo recipiente residuos de diferente grupo, según la clasificación establecida. * Es peligroso depositar material punzante y cortante en las bolsas. * No se han de compactar nunca las bolsas y los recipientes. * No se han de traspasar los residuos de un recipiente a otro. * No se han de transportar las bolsas abiertas ni tampoco arrastrarlas por el suelo. * No se han de recapsular las agujas. * No se ha de hurgar dentro de las bolsas y recipientes. * No se han de rellenar en exceso las bolsas y los recipientes. * Se ha de trabajar siempre con los guantes puestos. * Se han de lavar las manos con agua y jabón al finalizar el trabajo o cuando se cambia de actividad.
En la gestión interna de los RS se sucede un cúmulo de actividades previstas y ordenadas. Nuestro objetivo es hacer una clasificación correcta, ya que esto evitará riesgos innecesarios y nos beneficiará a todos.
GESTIÓN EXTRACENTRO
La ley 6/1993, de 15 de julio, (DOGG 1776, de 28 de julio) reguladora de los residuos, que es una ley pionera del estado español incluye los residuos sanitarios y tiene como objetivos: la reducción en origen, la valoración del residuo como recurso y la recogida selectiva, además de los sistemas de eliminación de desechos que sean respetuosos con el medio. De entre las disposiciones legales antes mencionadas destacan las obligaciones siguientes para los productores de residuos sanitarios :
• darse de alta como productor.
• utilizar envases homologados por el Departament de Sanitat para cada grupo.
• enviar los residuos a una planta autorizada por la Junta de Residuos, cumplimentando la ficha de aceptación cuando se trate de los grupos III y citotóxicos.
• valerse de transportistas autorizados por la Junta de Residuos y cumplimentar la hoja de seguimiento para los residuos del grupo III y citotóxicos.
TRATAMIENTO
Los residuos de riesgo del grupo III se recogen en envases acreditados, y son tratados en una de las dos plantas autorizadas en Cataluña, en donde se esterilizan mediante autoclave y posterior trituración-compactación, momento a partir del cual ya son asimilables a residuos municipales. El autoclave está diseñado para introducir tres carros de una capacidad de 1 m3, aproximadamente, quedando herméticamente cerrados en una habitación de autoclave, en donde, después de hacer el vacío, se introduce vapor a 134 ºC y a 2,2 atmósferas de presión. Los contenedores de residuos sanitarios introducidos en los carros de acero inoxidable permiten la entrada del vapor y, a los 15 minutos, todo el contenido queda esterilizado, es decir, sin elementos vivos ni esporas que puedan ser viables en el futuro. Posteriormente, los residuos que no han sufrido ninguna transformación química y que sólo han perdido su actividad biológica, son triturados y compactados, quedando como residuos asimilables a municipales. ¿Por qué se ha escogido la esterilización mediante autoclave en lugar de la incineración u otros métodos de esterilización?
• porque es un método de tratamiento físico que no afecta al medio ambiente.
• porque es un método contrastado con éxito en diferentes países de Europa, en los EUA y en Canadá.
• porque el autoclave industrial es un proceso bien conocido en Cataluña gracias a la industria alimentaria y textil.
• porque las otras opciones no cuentan con experiencias demasiado fiables (microondas, ultrasonidos, etc...).
Residuos citotóxicos: . Los residuos citotóxicos son restos de medicamentos capaces de detener el crecimiento celular, los cuales se utilizan en medicina para tratar algunos enfermos con cáncer; se trata de productos químicos que, a dosis suficientes, pueden causar alteraciones del material genético de los seres vivos. Por lo tanto, es imprescindible tratar los restos no utilizables, el material que ha estado en contacto con ellos y todo producto derivado de la investigación biomédica de esta naturaleza.
Este tipo de residuos se deben tratar en incineradoras de residuos especiales que están diseñadas para llegar a los 1100 ºC y que disponen de depuración de los gases producidos.
5. Residuos radioactivos:
Elementos radiactivos de distinto tipo se emplean en muy variadas actividades. Las centrales de energía nuclear son las que mayor cantidad de estos productos emplean, pero también muchas aplicaciones de la medicina, la industria, la investigación, etc. emplean isótopos radiactivos y, en algunos países, las armas nucleares son una de las principales fuentes de residuos de este tipo.
Dos características hacen especiales a los residuos radiactivos:
Su gran peligrosidad. Cantidades muy pequeñas pueden originar dosis de radiación peligrosas para la salud humana
Su duración. Algunos de estos isótopos permanecerán emitiendo radiaciones miles y decenas de miles de años
Así se entiende que aunque la cantidad de este tipo de residuos que se producen en un país sea comparativamente mucho menor que la de otros tipos, sus tecnologías y métodos de tratamiento sean mucho más complicados y difíciles.
Tipos de residuos radiactivos
Hay dos grandes grupos de residuos radiactivos:
a) Residuos de alta actividad.- Son los que emiten altas dosis de radiación. Están formados, fundamentalmente, por los restos que quedan de las varillas del uranio que se usa como combustible en las centrales nucleares y otras sustancias que están en el reactor y por residuos de la fabricación de armas atómicas. También algunas sustancias que quedan en el proceso minero de purificación del uranio son incluidas en este grupo. En las varillas de combustible gastado de los reactores se encuentran sustancias como el plutonio 239 (vida media de 24 400 años), el neptuno 237 (vida media de 2 130 000 años) y el plutonio 240 (vida media de 6 600 años). Se entiende que el almacenamiento de este tipo de residuos debe ser garantizado por decenas de miles de años hasta que la radiactividad baje lo suficiente como para que dejen de ser peligrosos.
b) Residuos de media o baja actividad.- Emiten cantidades pequeñas de radiación. Están formados por herramientas, ropas, piezas de repuesto, lodos, etc. de las centrales nucleares y de la Universidad, hospitales, organismos de investigación, industrias, etc.
El desmantelamiento de las centrales nucleares produce grandes cantidades de residuos radiactivos de los dos tipos. Las centrales envejecen en 30 o 40 años y deben ser desmontadas. Los materiales de la zona del reactor son residuos de alta actividad en gran parte y otros muchos son de media o baja actividad.
Una central nuclear suele estar en funcionamiento de 25 a 40 años, momento en el que van surgiendo graves problemas de corrosión de la vasija del reactor. Cuando terminan su vida útil estas instalaciones no pueden ser desmanteladas o demolidas sin más, ya que muchas partes son altamente radiactivas.
Cuando una central ha sido cerrada hay varias posibilidades.
Una primera es dejarla custodiada por la compañía que la ha explotado durante un largo periodo de hasta 100 años, esperando a que disminuya la radiación y sea más seguro su desmantelamiento.
Otra opción es cubrirla totalmente de hormigón, como se ha hecho con Chernobyl, aunque esta técnica es muy poco segura porque esta "tumba" tendría que permanecer sin fisuras durante cientos de años, cosa que es imposible de garantizar.
Una tercera opción es la más adecuada y ha sido ya utilizada en varias plantas pequeñas. Consiste en desmantelar la planta, llevando los materiales contaminados a almacenes de residuos radiactivos. Para hacer esta operación son fundamentales equipos de protección para los trabajadores y uso de robots especialmente diseñados.
Producción de residuos radiactivos en España
En España funcionaban 9 reactores nucleares a finales de 1996 y casi 2000 instalaciones nucleares o radiactivas.
En esas fechas se habían acumulado unas 1500 toneladas de residuos de alta actividad que se guardan en las piscinas de las centrales nucleares. Ahí permanecen refrigerados en agua que retiene su radiación. Con las centrales actuales funcionando el tiempo que tienen previsto se llegarían a producir unas 6700 toneladas de residuos de alta actividad.
Entre residuos de media y baja actividad se habían acumulado hasta finales de 1996 algo más de 20 000 m3.
Gestión de los residuos radiactivos
Algunos residuos de baja actividad se eliminan muy diluidos echándolos a la atmósfera o las aguas en concentraciones tan pequeñas que no son dañinas y la ley permite. Los índices de radiación que dan estos vertidos son menores que los que suelen dar muchas sustancias naturales o algunos objetos de uso cotidiano como la televisión.
Los residuos de media o baja actividad se introducen en contenedores especiales que se almacenan durante un tiempo en superficie hasta que se llevan a vertederos de seguridad. Hasta el año 1992 algunos países vertían estos barriles al mar, pero ese año se prohibió esta práctica.
Los almacenes definitivos para estos residuos son, en general, subterráneos, asegurando que no sufrirán filtraciones de agua que pudieran arrastrar isótopos radiactivos fuera del vertedero. En España la instalación preparada para esto es la de El Cabril (Córdoba) en la que se podrán llegar a almacenar hasta 50 000 m3 de residuos de media y baja actividad.
Los residuos de alta actividad son los más difíciles de tratar. El volumen de combustible gastado que queda en las centrales de energía nuclear normales se puede reducir mucho si se vuelve a utilizar en plantas especiales. Esto se hace en algunos casos, pero presenta la dificultad de que hay que transportar una sustancia muy peligrosa desde las centrales normales a las especiales.
Los residuos que quedan se suelen vitrificar (fundir junto a una masa vítrea) e introducir en contenedores muy especiales capaces de resistir agentes muy corrosivos, el fuego, terremotos, grandes colisiones, etc. Estos contenedores se almacenarían en vertederos definitivos que deben estar construidos a gran profundidad, en lugares muy estables geológicamente (depósitos de arcilla , sales o macizos graníticos) y bien refrigerados porque los isótopos radiactivos emiten calor.
Se están estudiando varios emplazamientos para este tipo de almacenes, pero en el mundo todavía no existe ninguno, por lo que por ahora, la mayoría de los residuos de alta actividad se almacenan en lugares provisionales o en las piscinas de la misma central.
Dada la cantidad de tipos de materiales y utilización de los residuos se hace necesaria una clasificación, por tanto, los residuos se clasifican en:
1. Residuos sólidos urbanos:
Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) son los que se originan en la actividad doméstica y comercial de ciudades y pueblos. En los países desarrollados en los que cada vez se usan más envases, papel, y en los que la cultura de "usar y tirar" se ha extendido a todo tipo de bienes de consumo, las cantidades de basura que se generan han ido creciendo hasta llegar a cifras muy altas.
Composición de los RSU
Los residuos producidos por los habitantes urbanos comprenden basura, muebles y electrodomésticos viejos, embalajes y desperdicios de la actividad comercial, restos del cuidado de los jardines, la limpieza de las calles, etc. El grupo más voluminoso es el de las basuras domésticas.
La basura suele estar compuesta por:
• Materia orgánica.- Son los restos procedentes de la limpieza o la preparación de los alimentos junto la comida que sobra.
• Papel y cartón.- Periódicos, revistas, publicidad, cajas y embalajes, etc.
• Plásticos.- Botellas, bolsas, embalajes, platos, vasos y cubiertos desechables, etc.
• Vidrio.- Botellas, frascos diversos, vajilla rota, etc.
• Metales.- Latas, botes, etc.
• Otros
En las zonas más desarrolladas la cantidad de papel y cartón es más alta, constituyendo alrededor de un tercio de la basura, seguida por la materia orgánica y el resto. En cambio si el país está menos desarrollado la cantidad de materia orgánica es mayor -hasta las tres cuartas partes en los países en vías de desarrollo- y mucho menor la de papeles, plásticos, vidrio y metales.
Cantidad de RSU
En España la cantidad de RSU generada por habitante y día es de alrededor de 1 kilogramo en las ciudades grandes y medianas, y algo menor en ciudades pequeñas y pueblos. En las zonas rurales se aprovechan mejor los residuos y se tira menor cantidad, mientras que las ciudades y el mayor nivel de vida fomentan el consumo y la producción de basura. En EEUU la media es de más de 2 kilogramos por habitante y día.
Para un buen diseño de recogida y tratamiento de las basuras es necesario tener en cuenta, además, las variaciones según los días y las épocas del año. En los lugares turísticos las temporadas altas suponen una aumento muy importante en los residuos producidos. También épocas especiales como fiestas y ferias, acontecimientos deportivos importantes, etc. se notan en la cantidad de basura. En verano la proporción de materia orgánica suele ser mayor, mientras que en invierno aumenta la proporción de cenizas.
Cataluña es la comunidad autónoma que más residuos incinera en España con el consiguiente daño ambiental, según denunció Greenpeace en su informe "La situación de las basuras en España". El trabajo analiza los datos oficiales más recientes del Ministerio de Medio Ambiente y saca a la luz la realidad que se desprende de su estudio en profundidad.
El análisis por Comunidades Autónomas indica que Cataluña genera el 17,22% de los residuos generados en todo el Estado. Considerando que Cataluña incinera el 20,18% de sus basuras, es la CCAA que más contribuye al cómputo estatal de residuos quemados en incineradora. Sin embargo, el compostaje de materia orgánica es casi simbólico, ya que solamente el 0,42% de sus residuos acaban convertidos en compost. Ante este panorama Cataluña necesita un cambio de modelo en el que prioricen políticas de prevención y reciclaje. El cierre de las incineradoras de Montcada y de Lleida podría suponer una tendencia hacia el fin de la incineración en Cataluña posibilitando el cambio de modelo.
A pesar de que las legislaciones comunitarias sobre residuos aumentan y priorizan la prevención de la producción de residuos no está resultando eficaz. Desde 1996 hasta los últimos datos de que se disponen, 2003, el crecimiento total de residuos urbanos en España ha sido del 40%. El informe analiza también la evolución de la producción de residuos por habitante y día, para eliminar el crecimiento derivado del aumento de población. En este caso observamos que hemos pasado de generar 1,06 Kg. diarios a 1,38g, un aumento del 29,35%. El Plan Nacional de Residuos 2000-2006 establecía como objetivo reducir los residuos a la cota de 1996. Los datos oficiales demuestran que la cantidad de residuos que generamos no sólo no han disminuido, sino superan en casi el 30% ese objetivo.
Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, la recuperación de estos residuos (a través del tratamiento de la materia orgánica y de la recogida selectiva) es del 36,56%. La realidad es muy distinta. El 89% de los residuos que se derivan a compostaje (28,14% del total) se rechazan a la entrada de planta y, por lo tanto, no se recuperan. En España sólo se recuperan el 11,5% de los residuos. El 88,5% de los residuos urbanos generados acaban quemados en incineradora o enterrados en vertederos. Además todo lo que se recoge de forma selectiva no se recicla. Por tanto, no sabemos qué tanto por ciento de ese 11,5% de residuos recuperados se aprovechan realmente.
Ante esta realidad, Greenpeace concluye que el actual modelo de gestión de basuras en España es un fracaso y que no se están respetando los objetivos que se establecen en los planes, ni en muchos casos la legislación vigente.
Además, es preocupante el beneficioso negocio que ha surgido entorno a las basuras y que está bloqueando la resolución del problema. El caso más evidente es el de la incineración de residuos, que aún siendo un tratamiento de eliminación y no de recuperación, resurge como respuesta política al problema de los residuos en muchos lugares de España, con fuertes subvenciones. Otro de los negocios lo protagonizan consorcios como Ecoembes que recaudan el 100% de la tasa que pagamos por los envases cuando sólo se recuperan a través del contenedor amarillo el 4,2% de los envases domésticos.
Greenpeace exige que se defina, de cara al Plan Nacional de Residuos que habrá de entrar en vigor en 2007, un cambio de modelo. Este nuevo modelo se debe fundamentar en el principio de Residuo Cero, cuyo objetivo es alcanzar la recuperación de todos los materiales que se encuentran en las basuras. "Hoy por hoy el único modelo que reduce el problema de las basuras es el que aplica el principio de residuo cero y que ya se está aplicando con éxito en países como Alemania o Suiza. España no puede permitirse seguir poniendo parches a este grave problema ambiental", ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.
Las medidas que se deben adoptar para alcanzar el objetivo Residuo Cero pasan por:
• La recogida selectiva de la materia orgánica y su aprovechamiento
• fortalecer la reutilización, reimplantando, por ejemplo, los sistemas de depósito, devolución y retorno de los envases
• que los fabricantes se responsabilicen de sus productos durante todo el ciclo de vida, incluida la gestión de los residuos que generen
• que se establezcan tasas para todos los residuos que se desaprovechen (eliminen) que financien políticas de prevención y producción limpia
Recogida y tratamiento de los RSU
Gestionar adecuadamente los RSU es uno de los mayores problemas de muchos municipios en la actualidad. El tratamiento moderno del tema incluye varias fases:
• Recogida selectiva.- La utilización de contenedores que recogen separadamente el papel y el vidrio está cada vez más extendida y también se están poniendo otros contenedores para plásticos, metal, pilas, etc. En las comunidades más avanzadas en la gestión de los RSU en cada domicilio se recogen los distintos residuos en diferentes bolsas y se cuida especialmente este trabajo previo del ciudadano separando los diferentes tipos de basura. En esta fase hay que cuidar que no se produzcan roturas de las bolsas y contenedores, colocación indebida, derrame de basuras por las cales, etc. También se están diseñando camiones para la recogida y contenedores con sistemas que facilitan la comodidad y la higiene en este trabajo.
• Recogida general.- La bolsa general de basura, en aquellos sitios en donde no hay recogida selectiva, o la que contiene lo que no se ha puesto en los contenedores específicos, se deposita en contenedores o en puntos especiales de las calles y desde allí es transportada a los vertederos o a las plantas de selección y tratamiento.
• Plantas de selección. En los vertederos más avanzados, antes de tirar la basura general, pasa por una zona de selección en la que, en parte manualmente y en parte con máquinas se le retiran latas (con sistemas magnéticos), cosas voluminosas, etc.
• Reciclaje y recuperación de materiales.- Lo ideal sería recuperar y reutilizar la mayor parte de los RSU. Con el papel, telas, cartón se hace nueva pasta de papel, lo que evita talar nuevos árboles. Con el vidrio se puede fabricar nuevas botellas y envases sin necesidad de extraer más materias primas y, sobre todo, con mucho menor gasto de energía. Los plásticos se separan, porque algunos se pueden usar para fabricar nueva materia prima y otros para construir objetos diversos.
• Compostaje.- La materia orgánica fermentada forma el "compost" que se puede usar para abonar suelos, alimentar ganado, construir carreteras, obtener combustibles, etc. Para que se pueda utilizar sin problemas es fundamental que la materia orgánica no llegue contaminada con sustancias tóxicas. Por ejemplo, es muy frecuente que tenga exceso de metales tóxicos que hacen inútil al compost para usos biológicos al ser muy difícil y cara su eliminación.
• Vertido.- El procedimiento más usual, aunque no el mejor, de disponer de las basuras suele ser depositarlas en vertederos. Aunque se usen buenos sistemas de reciclaje o la incineración, al final siempre quedan restos que deben ser llevados a vertederos. Es esencial que los vertederos estén bien construidos y utilizados para minimizar su impacto negativo. Uno de los mayores riesgos es que contaminen las aguas subterráneas y para evitarlo se debe impermeabilizar bien el suelo del vertedero y evitar que las aguas de lluvias y otras salgan del vertedero sin tratamiento, arrastrando contaminantes al exterior. Otro riesgo está en los malos olores y la concentración de gases explosivos producidos al fermentar las basuras. Para evitar esto se colocan dispositivos de recogida de gases que luego se queman para producir energía. También hay que cuidar cubrir adecuadamente el vertedero, especialmente cuando termina su utilización, para disminuir los impactos visuales.
• Incineración.- Quemar las basuras tiene varias ventajas, pero también algún inconveniente. Entre las ventajas está el que se reduce mucho el volumen de vertidos (quedan las cenizas) y el que se obtienen cantidades apreciables de energía. Entre las desventajas el que se producen gases contaminantes, algunos potencialmente peligrosos para la salud humana, como las dioxinas. Existen incineradoras de avanzada tecnología que, si funcionan bien, reducen mucho los aspectos negativos, pero son caras de construcción y manejo y para que sean rentables deben tratar grandes cantidades de basura.
2. Residuos industriales:
La industria genera una gran cantidad de residuos muchos de los cuales son recuperables. El problema está en que las técnicas para aprovechar los residuos y hacerlos útiles son caras y en muchas ocasiones no compensa económicamente hacerlo. De todas formas, está aumentando la proporción de residuos que se valorizan para usos posteriores.
Residuos industriales inertes y asimilables a los RSU
Los residuos inertes son escombros, gravas, arenas y demás materiales que no presentan riesgo para el ambiente. Hay dos posibles tratamientos para estos materiales: reutilizarlos como relleno en obras públicas o construcciones o depositarlos en vertederos adecuados. El principal impacto negativo que pueden producir es el visual, por o que se debe usar lugares adecuados, como canteras abandonadas o minas al aire libre y se deben recubrir con tierra y plantas para reconstruir el paisaje.
Los residuos similares a los sólidos urbanos que se producen en las industrias suelen ser recogidos y tratados de forma similar al resto de los RSU.
Residuos peligrosos
Son las sustancias que son inflamables, corrosivas, tóxicas o pueden producir reacciones químicas, cuando están en concentraciones que pueden ser peligrosas para la salud o para el ambiente.
El impacto negativo de estas sustancias se ve agravado cuando son difíciles de degradar en la naturaleza. Los ecosistemas naturales están muy bien preparados, por millones de años de evolución, para asimilar y degradar las sustancias naturales. Siempre hay algún tipo de microorganismo o de proceso bioquímico que introduce en los ciclos de los elementos las moléculas. Pero en la actualidad se sintetizan miles de productos que nunca habían existido antes y algunos de ellos, como es el caso de los CFC, DDT, muchos plásticos, etc. permanecen muchos años antes de ser eliminados. Además al salir tantas moléculas nuevas cada año, aunque se hacen ensayos cuidadosos para asegurar que se conocen bien sus características, no siempre se sabe bien que puede suceder con ellos a medio o largo plazo.
Otro hecho que aumenta el daño es la bioacumulación que se produce en sustancias, como algunos pesticidas del grupo del DDT. En otras ocasiones los residuos se transforman en sustancias más tóxicas que ellos mismos.
Residuos tóxicos y peligrosos (según las directivas de la Unión Europea) son los que contienen en determinadas concentraciones:
• As, Cd, Be, Pb, Se, Te, Hg, Sb y sus compuestos
• Compuestos de cobre solubles
• Fenol, éteres, solventes orgánicos, hidrocarburos policíclicos aromáticos cancerígenos
• Isocianatos, cianuros orgánicos e inorgánicos
• Biocidas y compuestos fito farmacéuticos
• Compuestos farmacéuticos
• Polvo y fibras de asbesto
• Peróxidos, cloratos y percloratos
• Carbonilos de metales
• Acidos y bases usados en el tratamiento de metales
• Compuestos de cromo hexavalente
• Organohalogenados no inertes
• Alquitranes
• Materiales químicos de laboratorio no identificados o nuevos compuestos de efectos ambientales no conocidos
En la legislación española se añaden a esta lista:
• Talio y sus compuestos
• Los residuos procedentes d la industria del dióxido de titanio
• Los aceites usados minerales o sintéticos, incluyendo las mezclas agua-aceite y las emulsiones.
Producción de residuos peligrosos
La industria que contribuye más a la producción de este tipo de residuos, en España, es la química, responsable de alrededor de un tercio de todos los que se generan (ver Lindano). Después se sitúan la del automóvil (11%), la metalurgia (10%), seguidas por la industria papelera, alimentaria y de la piel.
Las zonas que más residuos de este tipo producen son, lógicamente, las más industrializadas, con Cataluña (24%), País Vasco (16%), Asturias (15%) y Galicia (15%). Alrededor de un tercio de los residuos peligrosos que se producen son eliminados en el mismo lugar de su formación por las empresas productoras.
Gestión
La primera medida que se debe considerar siempre es si es posible generar menos residuos o aprovecharlos en otros procesos de fabricación. Continuamente están saliendo nuevas tecnologías que permiten fabricar con menor producción de residuos, lo que tiene la ventaja de que los costes se reducen porque se desperdicia menos materia prima y no hay que tratar tanto residuo. En la actualidad, en la mayor parte de los sectores industriales, existen tecnologías limpias y el problema es más de capacidad de invertir de las empresas y de formación en los distintos grupos de trabajadores que de otro tipo. Muchas empresas están reduciendo llamativamente la emisión de contaminantes y la generación de residuos, ahorrándose así mucho dinero.
Pero al final de los procesos industriales siempre se generan más o menos residuos. Con la tecnología actual sería posible reducir el impacto negativo de cualquier contaminante a prácticamente cero. Pero hacerlo así en todos los casos sería tan caro que paralizaría otras posibles actividades. Por eso, en la gestión de los residuos tóxicos se busca tratarlos y almacenarlos de forma que no resulten peligrosos, dentro de un costo económico proporcionado. Esto se consigue con diversos procedimientos, dependiendo de cual sea el tipo de residuo. Así tenemos:
Tratamientos físicos, químicos y biológicos.- Consiste en someter al residuo a procesos físicos (filtrado, centrifugado, decantado, etc.); biológicos (fermentaciones, digestiones por microorganismos, etc.) o químicos (neutralizaciones, reacciones de distinto tipo). De esta forma se consigue transformar el producto tóxico en otros que lo son menos y se pueden llevar a vertederos o usar como materia prima para otros procesos. Las plantas de tratamiento tienen que estar correctamente diseñadas para no contaminar con sus emisiones.
Tratamientos de los RSU: Los ya mencionados anteriormente
3. Residuos agrarios:
Se incluye en este grupo los residuos de las actividades del llamado sector primario de la economía (agricultura, ganadería, pesca, actividad forestal y cinegética) y los producidos por industrias alimenticias, desde los mataderos y las empresas lácteas hasta las harineras y el tabaco.
La mayor parte de los residuos de estas actividades son orgánicos: ramas, paja, restos de animales y plantas, etc. Muchos de ellos se quedan en el campo y no se pueden considerar residuos porque contribuyen de forma muy eficaz a mantener los nutrientes del suelo. En algunos bosques aumentan el riesgo de incendio, pero desde el punto de vista de la ecología, retirar toda la materia orgánica disminuye la productividad y retrasa la maduración del ecosistema.
Algunas granjas intensivas y muchas industrias conserveras, aceiteras o similares generan residuos mucho más contaminantes que, por su gran volumen o su toxicidad, exigirían tratamientos especiales y caros.
Tratamiento de los residuos agrarios
En las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales casi todos los restos se aprovechaban. Se quemaban para obtener energía; se usaban para abonar los campos; la paja servía para alimentar al ganado, etc.
Los métodos modernos de explotación del campo han convertido en residuos muchos de estos restos antes aprovechables. Ya no hay ganado que trabaje los campos y la paja ha perdido su valor porque es más rentable alimentar al ganado con piensos compuestos; los abonos químicos son más baratos que los orgánicos que exigen ser manipulados.
La principal dificultad para un aprovechamiento adecuado de estos residuos es la económica y por eso se deben pensar incentivos que faciliten su uso. Ayudas a la agricultura ecológica que usa abonos naturales o al uso de la biomasa para obtener energía.
Otra dificultad importante para la adecuada gestión de estos residuos es el tamaño y la dispersión de las explotaciones que muchas veces no tienen capacidad económica suficiente para tratarlos bien y se convierten en importantes fuentes de contaminación.
Producción de biogás
Los residuos de estas actividades tienen una alto contenido energético. Antes se aprovechaban quemándolos, pero en la actualidad una experiencia muy positiva en algunas regiones ha sido la obtención de gas metano por la fermentación de la biomasa.
Los restos orgánicos de las explotaciones se acumulan en un reactor en el que fermentan. En este proceso se produce gas metano que se quema para dar energía. Si el tamaño de la explotación es suficiente puede abastecerse de energía y en los países del tercer mundo está siendo la fuente principal de energía de muchas familias que no tienen acceso a suministros comerciales de combustible o electricidad
4. Residuos sanitarios:
TIPOS DE R SANITARIOS:
Grupo I. Residuos asimilables a municipales
Son aquellos que, aunque se han generado en los centros sanitarios, no tienen nada que ver con la actividad sanitaria y que, por lo tanto, no plantean exigencias especiales en su gestión. En este grupo se incluyen los residuos asimilables a urbanos (cartón, papel, material de oficinas y despachos, cocinas , bares, comedores, jardinería y otros); este grupo supone del orden del 50% de los residuos generados en un centro sanitario.
Grupo II. Residuos sanitarios no específicos
Son aquellos que, aunque se han generado como consecuencia de la actividad sanitaria, no representan mayor riesgo para la salud y el medio ambiente que los residuos sólidos urbanos.
Estos residuos están sujetos a requerimientos adicionales exclusivamente en el ámbito del centro sanitario. Estos R incluyen material de curas, yesos, ropas y material de un solo uso, contaminados con sangre, secreciones y/o excreciones. Estos residuos suponen del orden del 40% de los R generados en un centro sanitario. La recogida de los RS del grupo II (no específicos) se llevará a cabo mediante bolsas de polietileno de galga adecuada, nunca inferior a 220 mg/cm 2 , debidamente acreditadas por el Departament de Sanitat i Seguretat Social
Grupo III. Residuos sanitarios específicos o de riesgo
Son residuos con los que se han de observar medidas de prevención en su manipulación, recogida, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición, tanto dentro como fuera del centro generador. Estos residuos suponen menos del 10% de la totalidad de los R generados en un centro sanitario. En este grupo se incluyen:
o residuos sanitarios infecciosos.
o agujas y material punzante y cortante.
o cultivos y reservas de agentes infecciosos.
o residuos de animales inoculados biológicamente.
o vacunas vivas y atenuadas.
o sangre y hemoderivados en forma líquida contenida en recipientes.
o residuos anatómicos.
Los residuos del grupo III (residuos sanitarios específicos o de riesgo) se depositarán en recipientes rígidos, herméticos y rotulados con la indicación "Residuos de riesgo". Los residuos cortantes y punzantes se recogerán en recipientes rígidos más pequeños, identificados con el letrero "Residuos de riesgo".
Los residuos sanitarios específicos líquidos correspondientes a muestras de sangre, hemoderivados y otros líquidos biológicos que no puedan ser vertidos por el desagüe, se recogerán en recipientes rígidos impermeables y herméticos.
Grupo IV. Residuos tipificados en normativas singulares, citotóxicos
La gestión de estos residuos está sujeta a requerimientos especiales desde el punto de vista higiénico y medioambiental, tanto dentro como fuera del centro generador. Este grupo incluye: Residuos citotóxicos. Residuos químicos. Medicamentos caducados. Aceites minerales y sintéticos. Residuos de laboratorios radiológicos. Residuos radioactivos. Los citotóxicos , residuos del grupo IV, se depositarán en recipientes rígidos de polietileno o poliestireno, de un solo uso y herméticos, rotulados con la indicación "Material contaminado químicamente. Citotóxicos".
La normativa considera RS a los que están incluidos en el grupo II, grupo III y los citotóxicos de entre los del grupo IV.
TRANSPORTE
El transporte de los RS deberá tener en cuenta criterios de responsabilidad, agilidad, rapidez, asepsia, inocuidad y seguridad. Los residuos recogidos en las diferentes zonas del centro se transportarán al almacén central de RS del mismo centro. El personal que transporta los residuos tendrá que protegerse con guantes que sean resistentes a los pinchazos y que no se puedan perforar. Los contenedores y los sistemas de transporte que hayan contenido residuos de riesgo se desinfectarán después de cada operación. Se delimitarán y definirán zonas intermedias de almacenamiento de los residuos, convenientemente señalizadas, en donde se depositarán en espera de su recogida y traslado al almacén central. Los RS se podrán almacenar dentro del mismo centro sanitario durante un período máximo de 72 horas, prorrogable a una semana en centros hospitalarios y por un período máximo de 1 mes en centros sanitarios extrahospitalarios. El lugar de almacenamiento debe estar ventilado, ser espacioso, estar bien iluminado y debidamente señalizado y estar acondicionado para poder realizar la desinfección y limpieza correspondiente.
El almacén tiene que poderse cerrar, tener fácil acceso desde el exterior y estar protegido de la intemperie, de las temperaturas elevadas y de los animales.
NORMAS Y PRECAUCIONES
Los productores y/o poseedores de RS adoptarán las medidas necesarias para asegurar que la gestión se haga de acuerdo con lo que establece la normativa de RS. Los decretos y normas que avalan el Programa de Gestión Intracentro de Residuos Sanitarios (PGIRS), se interpretan como un instrumento para facilitar y garantizar la correcta gestión de estos residuos. Es necesario que la definición, aplicación y consolidación de un nuevo sistema de gestión intracentro de RS sea objeto de un Plan formal por escrito, debidamente elaborado, en donde participen todos los profesionales implicados en la gestión de estos residuos. Este Plan tendrá que ser convenientemente analizado y consensuado por todas las partes implicadas.
• Designación de los responsables del plan
• Análisis de la situación actual
• Elaboración y redacción
• Puesta en marcha
• Control y seguimiento
Todos los centros, servicios y/o establecimientos sanitarios y sociosanitarios que generan RS específicos deben tener y llevar al día el libro de registro del control de residuos sanitarios, en el que han de hacer constar todos los datos referentes a los residuos generados (fecha de cesión a un gestor de residuos autorizado, número de la hoja de seguimiento, volumen, incidencias y otros).
PRECAUCIONES ESPECIALES
Para evitar posibles riesgos, es imprescindible el sentido común y la responsabilidad de todas las personas que intervengan en la gestión de los RS. Por esto, se deben observar varias normas elementales que, si no se cumplen, pueden repercutir directamente en nosotros mismos y en terceras personas implicadas en el proceso. * No se han de depositar en un mismo recipiente residuos de diferente grupo, según la clasificación establecida. * Es peligroso depositar material punzante y cortante en las bolsas. * No se han de compactar nunca las bolsas y los recipientes. * No se han de traspasar los residuos de un recipiente a otro. * No se han de transportar las bolsas abiertas ni tampoco arrastrarlas por el suelo. * No se han de recapsular las agujas. * No se ha de hurgar dentro de las bolsas y recipientes. * No se han de rellenar en exceso las bolsas y los recipientes. * Se ha de trabajar siempre con los guantes puestos. * Se han de lavar las manos con agua y jabón al finalizar el trabajo o cuando se cambia de actividad.
En la gestión interna de los RS se sucede un cúmulo de actividades previstas y ordenadas. Nuestro objetivo es hacer una clasificación correcta, ya que esto evitará riesgos innecesarios y nos beneficiará a todos.
GESTIÓN EXTRACENTRO
La ley 6/1993, de 15 de julio, (DOGG 1776, de 28 de julio) reguladora de los residuos, que es una ley pionera del estado español incluye los residuos sanitarios y tiene como objetivos: la reducción en origen, la valoración del residuo como recurso y la recogida selectiva, además de los sistemas de eliminación de desechos que sean respetuosos con el medio. De entre las disposiciones legales antes mencionadas destacan las obligaciones siguientes para los productores de residuos sanitarios :
• darse de alta como productor.
• utilizar envases homologados por el Departament de Sanitat para cada grupo.
• enviar los residuos a una planta autorizada por la Junta de Residuos, cumplimentando la ficha de aceptación cuando se trate de los grupos III y citotóxicos.
• valerse de transportistas autorizados por la Junta de Residuos y cumplimentar la hoja de seguimiento para los residuos del grupo III y citotóxicos.
TRATAMIENTO
Los residuos de riesgo del grupo III se recogen en envases acreditados, y son tratados en una de las dos plantas autorizadas en Cataluña, en donde se esterilizan mediante autoclave y posterior trituración-compactación, momento a partir del cual ya son asimilables a residuos municipales. El autoclave está diseñado para introducir tres carros de una capacidad de 1 m3, aproximadamente, quedando herméticamente cerrados en una habitación de autoclave, en donde, después de hacer el vacío, se introduce vapor a 134 ºC y a 2,2 atmósferas de presión. Los contenedores de residuos sanitarios introducidos en los carros de acero inoxidable permiten la entrada del vapor y, a los 15 minutos, todo el contenido queda esterilizado, es decir, sin elementos vivos ni esporas que puedan ser viables en el futuro. Posteriormente, los residuos que no han sufrido ninguna transformación química y que sólo han perdido su actividad biológica, son triturados y compactados, quedando como residuos asimilables a municipales. ¿Por qué se ha escogido la esterilización mediante autoclave en lugar de la incineración u otros métodos de esterilización?
• porque es un método de tratamiento físico que no afecta al medio ambiente.
• porque es un método contrastado con éxito en diferentes países de Europa, en los EUA y en Canadá.
• porque el autoclave industrial es un proceso bien conocido en Cataluña gracias a la industria alimentaria y textil.
• porque las otras opciones no cuentan con experiencias demasiado fiables (microondas, ultrasonidos, etc...).
Residuos citotóxicos: . Los residuos citotóxicos son restos de medicamentos capaces de detener el crecimiento celular, los cuales se utilizan en medicina para tratar algunos enfermos con cáncer; se trata de productos químicos que, a dosis suficientes, pueden causar alteraciones del material genético de los seres vivos. Por lo tanto, es imprescindible tratar los restos no utilizables, el material que ha estado en contacto con ellos y todo producto derivado de la investigación biomédica de esta naturaleza.
Este tipo de residuos se deben tratar en incineradoras de residuos especiales que están diseñadas para llegar a los 1100 ºC y que disponen de depuración de los gases producidos.
5. Residuos radioactivos:
Elementos radiactivos de distinto tipo se emplean en muy variadas actividades. Las centrales de energía nuclear son las que mayor cantidad de estos productos emplean, pero también muchas aplicaciones de la medicina, la industria, la investigación, etc. emplean isótopos radiactivos y, en algunos países, las armas nucleares son una de las principales fuentes de residuos de este tipo.
Dos características hacen especiales a los residuos radiactivos:
Su gran peligrosidad. Cantidades muy pequeñas pueden originar dosis de radiación peligrosas para la salud humana
Su duración. Algunos de estos isótopos permanecerán emitiendo radiaciones miles y decenas de miles de años
Así se entiende que aunque la cantidad de este tipo de residuos que se producen en un país sea comparativamente mucho menor que la de otros tipos, sus tecnologías y métodos de tratamiento sean mucho más complicados y difíciles.
Tipos de residuos radiactivos
Hay dos grandes grupos de residuos radiactivos:
a) Residuos de alta actividad.- Son los que emiten altas dosis de radiación. Están formados, fundamentalmente, por los restos que quedan de las varillas del uranio que se usa como combustible en las centrales nucleares y otras sustancias que están en el reactor y por residuos de la fabricación de armas atómicas. También algunas sustancias que quedan en el proceso minero de purificación del uranio son incluidas en este grupo. En las varillas de combustible gastado de los reactores se encuentran sustancias como el plutonio 239 (vida media de 24 400 años), el neptuno 237 (vida media de 2 130 000 años) y el plutonio 240 (vida media de 6 600 años). Se entiende que el almacenamiento de este tipo de residuos debe ser garantizado por decenas de miles de años hasta que la radiactividad baje lo suficiente como para que dejen de ser peligrosos.
b) Residuos de media o baja actividad.- Emiten cantidades pequeñas de radiación. Están formados por herramientas, ropas, piezas de repuesto, lodos, etc. de las centrales nucleares y de la Universidad, hospitales, organismos de investigación, industrias, etc.
El desmantelamiento de las centrales nucleares produce grandes cantidades de residuos radiactivos de los dos tipos. Las centrales envejecen en 30 o 40 años y deben ser desmontadas. Los materiales de la zona del reactor son residuos de alta actividad en gran parte y otros muchos son de media o baja actividad.
Una central nuclear suele estar en funcionamiento de 25 a 40 años, momento en el que van surgiendo graves problemas de corrosión de la vasija del reactor. Cuando terminan su vida útil estas instalaciones no pueden ser desmanteladas o demolidas sin más, ya que muchas partes son altamente radiactivas.
Cuando una central ha sido cerrada hay varias posibilidades.
Una primera es dejarla custodiada por la compañía que la ha explotado durante un largo periodo de hasta 100 años, esperando a que disminuya la radiación y sea más seguro su desmantelamiento.
Otra opción es cubrirla totalmente de hormigón, como se ha hecho con Chernobyl, aunque esta técnica es muy poco segura porque esta "tumba" tendría que permanecer sin fisuras durante cientos de años, cosa que es imposible de garantizar.
Una tercera opción es la más adecuada y ha sido ya utilizada en varias plantas pequeñas. Consiste en desmantelar la planta, llevando los materiales contaminados a almacenes de residuos radiactivos. Para hacer esta operación son fundamentales equipos de protección para los trabajadores y uso de robots especialmente diseñados.
Producción de residuos radiactivos en España
En España funcionaban 9 reactores nucleares a finales de 1996 y casi 2000 instalaciones nucleares o radiactivas.
En esas fechas se habían acumulado unas 1500 toneladas de residuos de alta actividad que se guardan en las piscinas de las centrales nucleares. Ahí permanecen refrigerados en agua que retiene su radiación. Con las centrales actuales funcionando el tiempo que tienen previsto se llegarían a producir unas 6700 toneladas de residuos de alta actividad.
Entre residuos de media y baja actividad se habían acumulado hasta finales de 1996 algo más de 20 000 m3.
Gestión de los residuos radiactivos
Algunos residuos de baja actividad se eliminan muy diluidos echándolos a la atmósfera o las aguas en concentraciones tan pequeñas que no son dañinas y la ley permite. Los índices de radiación que dan estos vertidos son menores que los que suelen dar muchas sustancias naturales o algunos objetos de uso cotidiano como la televisión.
Los residuos de media o baja actividad se introducen en contenedores especiales que se almacenan durante un tiempo en superficie hasta que se llevan a vertederos de seguridad. Hasta el año 1992 algunos países vertían estos barriles al mar, pero ese año se prohibió esta práctica.
Los almacenes definitivos para estos residuos son, en general, subterráneos, asegurando que no sufrirán filtraciones de agua que pudieran arrastrar isótopos radiactivos fuera del vertedero. En España la instalación preparada para esto es la de El Cabril (Córdoba) en la que se podrán llegar a almacenar hasta 50 000 m3 de residuos de media y baja actividad.
Los residuos de alta actividad son los más difíciles de tratar. El volumen de combustible gastado que queda en las centrales de energía nuclear normales se puede reducir mucho si se vuelve a utilizar en plantas especiales. Esto se hace en algunos casos, pero presenta la dificultad de que hay que transportar una sustancia muy peligrosa desde las centrales normales a las especiales.
Los residuos que quedan se suelen vitrificar (fundir junto a una masa vítrea) e introducir en contenedores muy especiales capaces de resistir agentes muy corrosivos, el fuego, terremotos, grandes colisiones, etc. Estos contenedores se almacenarían en vertederos definitivos que deben estar construidos a gran profundidad, en lugares muy estables geológicamente (depósitos de arcilla , sales o macizos graníticos) y bien refrigerados porque los isótopos radiactivos emiten calor.
Se están estudiando varios emplazamientos para este tipo de almacenes, pero en el mundo todavía no existe ninguno, por lo que por ahora, la mayoría de los residuos de alta actividad se almacenan en lugares provisionales o en las piscinas de la misma central.
INTRO
Hasta muy recientemente los residuos se depositaban, sin más, en vertederos, ríos, mares o cualquier otro lugar que se encontrara cerca. En las sociedades agrícolas y ganaderas se producían muy pocos residuos no aprovechables. Con la industrialización y el desarrollo, la cantidad y variedad de residuos que generamos ha aumentado muchísimo. Durante varios decenios se han seguido eliminando por el simple sistema del vertido. Se hacía esto incluso con la cada vez mayor cantidad de sustancias químicas tóxicas que producimos. En los años cincuenta y sesenta de nuestro siglo se fue comprobando las graves repercusiones para la higiene y la salud de las personas y los importantes impactos negativos sobre el ambiente que este sistema de eliminación de residuos tiene.
Paralelamente la cantidad de todo tipo de residuos ha ido aumentando de forma acelerada y se ha hecho patente que debemos tratarlos adecuadamente si se quiere disminuir sus efectos negativos. En este trabajo vamos a tratar los distintos tipos de residuos que nuestra sociedad genera y las formas de gestionarlos y la importancia de gestionarlos bien, como por ejemplo tratar bien los residuos sanitarios para evitar contagios…
Vamos a comenzar a con una definición de residuos:
Entendemos por residuo aquel producto, material o elemento que después de haber sido producido, manipulado o usado no tiene valor para quien lo posee y por ello se desecha y se tira.
Los residuos pueden ser de diferentes tipos. Sus diferentes características tienen consecuencias distintas en el medio.
Algunas de estas consecuencias son:
1. Los residuos están compuestos por materias primas transformadas en mayor o menor grado, que son transportadas desde lugares cada vez más lejanos, en ocasiones extraídas a profundidades cada vez mayores (en el caso de los minerales), y obtenidas en condiciones cada vez más antinaturales (las de origen animal o vegetal). Todo ello ocasiona un progresivo aumento de su coste económico y energético.
2. El modelo de consumo actual, basado en una duración limitada de los recursos, no los devuelve a su lugar de origen ni son recuperados para un uso posterior. Ello conlleva el progresivo agotamiento de los recursos ya sean energéticos, geológicos o productivos (tierra agrícola, forestal y masas de agua).
3. Cada vez se generan más residuos que son producidos artificialmente con materiales de diferente composición a los existentes en la naturaleza. Generalmente se caracterizan porque no son biodegradables, así como por un comportamiento desconocido, lo que constituye un potencial de peligrosidad con efectos inciertos en el futuro, ya que pueden tener un largo tiempo de permanencia en la tierra.
4. Como consecuencia de lo anterior, el vertido sobre el entorno de las enormes cantidades de residuos, produce daños irreparables en los ecosistemas, a gran escala: contaminación de tierras, agua y aire, envenenamiento de especies animales y vegetales, y, en último extremo, repercusiones negativas para la salud humana
Dadas dichas consecuencias sumamos el problema de la eliminación de residuos, por ejemplo, la incineración produce demasiado dióxido de carbono y los residuos radioactivos hacen que la tierra se esterilice y se mantienen radiactivos durante demasiado tiempo…
Paralelamente la cantidad de todo tipo de residuos ha ido aumentando de forma acelerada y se ha hecho patente que debemos tratarlos adecuadamente si se quiere disminuir sus efectos negativos. En este trabajo vamos a tratar los distintos tipos de residuos que nuestra sociedad genera y las formas de gestionarlos y la importancia de gestionarlos bien, como por ejemplo tratar bien los residuos sanitarios para evitar contagios…
Vamos a comenzar a con una definición de residuos:
Entendemos por residuo aquel producto, material o elemento que después de haber sido producido, manipulado o usado no tiene valor para quien lo posee y por ello se desecha y se tira.
Los residuos pueden ser de diferentes tipos. Sus diferentes características tienen consecuencias distintas en el medio.
Algunas de estas consecuencias son:
1. Los residuos están compuestos por materias primas transformadas en mayor o menor grado, que son transportadas desde lugares cada vez más lejanos, en ocasiones extraídas a profundidades cada vez mayores (en el caso de los minerales), y obtenidas en condiciones cada vez más antinaturales (las de origen animal o vegetal). Todo ello ocasiona un progresivo aumento de su coste económico y energético.
2. El modelo de consumo actual, basado en una duración limitada de los recursos, no los devuelve a su lugar de origen ni son recuperados para un uso posterior. Ello conlleva el progresivo agotamiento de los recursos ya sean energéticos, geológicos o productivos (tierra agrícola, forestal y masas de agua).
3. Cada vez se generan más residuos que son producidos artificialmente con materiales de diferente composición a los existentes en la naturaleza. Generalmente se caracterizan porque no son biodegradables, así como por un comportamiento desconocido, lo que constituye un potencial de peligrosidad con efectos inciertos en el futuro, ya que pueden tener un largo tiempo de permanencia en la tierra.
4. Como consecuencia de lo anterior, el vertido sobre el entorno de las enormes cantidades de residuos, produce daños irreparables en los ecosistemas, a gran escala: contaminación de tierras, agua y aire, envenenamiento de especies animales y vegetales, y, en último extremo, repercusiones negativas para la salud humana
Dadas dichas consecuencias sumamos el problema de la eliminación de residuos, por ejemplo, la incineración produce demasiado dióxido de carbono y los residuos radioactivos hacen que la tierra se esterilice y se mantienen radiactivos durante demasiado tiempo…
TRABAJO 2 CMC RESIDUOS
Aquí subo el 2º trabajo de este trimestre, siento la tardanza y si me ha quedado demasiado largo
lunes, 7 de junio de 2010
Convenio sobre diversidad biológica y convenio de RAMSAR
El Convenio Sobre Diversidad Biológica
Los objetivos del Convenio sobre Diversidad Biológica son "la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa de los beneficios resultantes de la utilización de los recursos genéticos".
El Convenio es el primer acuerdo global cabal para abordar todos los aspectos de la diversidad biológica: recursos genéticos, especies y ecosistemas. Reconoce, por primera vez que la conservación de la diversidad biológica es "una preocupación común de la humanidad" y una parte integral del proceso de desarrollo. Para alcanzar sus objetivos, el Convenio - de conformidad con el espíritu de la Declaración de Rio sobre Medio Ambiente y Desarrollo - promueve constantemente la asociación entre países. Sus disposiciones sobre la cooperación científica y tecnológica, acceso a los recursos genéticos y la transferencia de tecnologías ambientalmente sanas, son la base de esta asociación.
2010 es el Año Internacional de la Diversidad Biológica.
Convenio de Ramsar
La Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida en forma abreviada como Convenio de Ramsar, fue firmada en la ciudad de Ramsar (Irán) el 2 de febrero de 1971 y entró en vigor en 1975. Fue negociado en los años 1960 por los países y organizaciones no gubernamentales que se preocupaban por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales de las aves acuáticas migratorias. Es el único tratado global relativo al medio ambiente que se ocupa de un tipo de ecosistema en particular, y los países miembros de la Convención abarcan todas las regiones geográficas del planeta.
Su principal objetivo es «la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo».
En el año 2010, 159 estados miembros de todo el mundo se habían sumado a dicho acuerdo, protegiendo 1888 humedales, con una superficie total de 185,2 millones de hectáreas, designados para ser incluidos en la lista de Humedales de Importancia Internacional de Ramsar. Cada tres años los países miembros se reúnen para evaluar los progresos y compartir conocimientos y experiencias.
La lista Ramsar de Humedales de importancia internacional incluye en la actualidad más de 1800 lugares (sitios Ramsar) que cubren un área de 1.852.000 km², siendo el número de sitios en el año 2000 de 1021. El país con un mayor número de sitios es el Reino Unido con 169; la nación con el mayor área de humedales listados es Canadá con más de 130.000 km², incluyendo el golfo de la Reina Maud con 62.800 km²
Es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
La misión de la Convención es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
La Convención emplea una definición amplia de los tipos de humedales abarcados por esta misión, incluidos pantanos y marismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, zonas marinas próximas a las costas, manglares y arrecifes de coral, así como sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.
Los objetivos del Convenio sobre Diversidad Biológica son "la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa de los beneficios resultantes de la utilización de los recursos genéticos".
El Convenio es el primer acuerdo global cabal para abordar todos los aspectos de la diversidad biológica: recursos genéticos, especies y ecosistemas. Reconoce, por primera vez que la conservación de la diversidad biológica es "una preocupación común de la humanidad" y una parte integral del proceso de desarrollo. Para alcanzar sus objetivos, el Convenio - de conformidad con el espíritu de la Declaración de Rio sobre Medio Ambiente y Desarrollo - promueve constantemente la asociación entre países. Sus disposiciones sobre la cooperación científica y tecnológica, acceso a los recursos genéticos y la transferencia de tecnologías ambientalmente sanas, son la base de esta asociación.
2010 es el Año Internacional de la Diversidad Biológica.
Convenio de Ramsar
La Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida en forma abreviada como Convenio de Ramsar, fue firmada en la ciudad de Ramsar (Irán) el 2 de febrero de 1971 y entró en vigor en 1975. Fue negociado en los años 1960 por los países y organizaciones no gubernamentales que se preocupaban por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales de las aves acuáticas migratorias. Es el único tratado global relativo al medio ambiente que se ocupa de un tipo de ecosistema en particular, y los países miembros de la Convención abarcan todas las regiones geográficas del planeta.
Su principal objetivo es «la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo».
En el año 2010, 159 estados miembros de todo el mundo se habían sumado a dicho acuerdo, protegiendo 1888 humedales, con una superficie total de 185,2 millones de hectáreas, designados para ser incluidos en la lista de Humedales de Importancia Internacional de Ramsar. Cada tres años los países miembros se reúnen para evaluar los progresos y compartir conocimientos y experiencias.
La lista Ramsar de Humedales de importancia internacional incluye en la actualidad más de 1800 lugares (sitios Ramsar) que cubren un área de 1.852.000 km², siendo el número de sitios en el año 2000 de 1021. El país con un mayor número de sitios es el Reino Unido con 169; la nación con el mayor área de humedales listados es Canadá con más de 130.000 km², incluyendo el golfo de la Reina Maud con 62.800 km²
Es un tratado intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.
La misión de la Convención es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
La Convención emplea una definición amplia de los tipos de humedales abarcados por esta misión, incluidos pantanos y marismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, zonas marinas próximas a las costas, manglares y arrecifes de coral, así como sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas.
Conferencia del cambio climático de Copenhague
XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (COPENHAGUE)
La XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático se celebró en Copenhague, Dinamarca, desde el 7 hasta el 18 de diciembre de 2009. Denominada COP 15 («15a Conferencia de las partes»), fue organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que organiza conferencias anuales desde 1995 con la meta de preparar futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kioto, que termina en 2012.
El objetivo de la conferencia, según los organizadores, era "la conclusión de un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo, que se aplica a partir de 2012".
El objetivo final (a largo plazo) pretendido era la reducción mundial de las emisiones de CO2 en al menos un 50% en 2050 respecto a 1990, y para conseguirlo los países debían marcarse objetivos intermedios. Así, los países industrializados deberían reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25% y un 40%, respecto a los niveles de 1990 en el año 2020 y deberían alcanzar una reducción entre el 80% y el 95% para 2050
En la cumbre se reunieron expertos en medio ambiente, ministros o jefes de estado y organizaciones no gubernamentales de los 192 países miembros de la CMNUCC. Esta fue la conferencia que debía preparar el período post-Kyoto.
El ciclo de negociaciones para preparar la cumbre de Copenhague se inició con la XIII Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático en Bali, del 3 al 15 de diciembre de 2007. Otras sesiones se celebraron del 31 de marzo al 4 de abril de 2008 en Bangkok (Tailandia) y del 2 al 13 de junio de 2008 en Bonn (Alemania). Una tercera conferencia sobre el clima tuvo lugar en Accra (Ghana). La reunión, donde más de 1.600 participantes de 160 países estaban presentes, tuvo lugar del 21 al 27 de agosto de 2008. El objetivo de este ciclo de negociaciones, organizado por la ONU, fue preparar los futuros objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Para la cumbre sobre el clima de Copenhague en diciembre de 2009, la ONU convocó a 192 países para acordar un límite a las emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo entre 2012 y 2020. Este periodo de compromiso debía suceder al perido 2008-2012, acordado en el protocolo de Kyoto. En septiembre de 2009, casi un centenar de jefes de Estado y de Gobierno participaron en lo que sirvió de preparación de la conferencia Copenhague, en la 64ª Asamblea General de las Naciones Unidas dedicada al cambio climático. La 64ª Asamblea General de las Naciones Unidas sirvió para conocer la posición en la negociación de Copenhague de los países que son grandes emisores de GEI y que todavía no están comprometidos con un programa de limitación de emisiones. Estos países pueden representar en estos momentos más del 50% de las emisiones totales
En la primera semana de la cumbre se produjeron duras manifestaciones cruzadas entre los dos principales emisores mundiales de CO2, China y EE.UU. En la última noche de la cumbre se gestó el acuerdo final entre cuatro grandes países emergentes y EE.UU. en una reunión convocada por el primer ministro de China. El texto tiene solo tres folios e incluye de forma orientativa la reducción de emisiones que cada país ha presentado a la cumbre; las reducciones definitivas deben estar el 3 de febrero de 2010. El pacto no incluye la verificación de emisiones que rechazaba China. La transparencia se limitará a un sistema "internacional de análisis y consultas" por definir, estableciéndose que cada país comunicará sus emisiones a la ONU respetándose la soberanía nacional. Las reducciones de emisiones que se hagan con dinero internacional sí estarán sujetas a un completo sistema de comprobación.
El acuerdo mantiene el objetivo de que la temperatura global no suba más de dos grados centígrados. Sobre cuándo las emisiones deberán alcanzar su máximo solo se dice que "lo antes posible" y no se establecen objetivos para 2050. Tampoco se ha incluido la recomendación del IPCC de que las emisiones de los países desarrollados deberían reducirse para 2020 entre un 25% y un 40% sobre el nivel que tenían en 1990.
El acuerdo alcanzado entre EE.UU., China y otros 29 países no fue aceptado por unanimidad en la Convención pues lo rechazaron algunos países como Cuba, Bolivia y Nicaragua. Por ello los delegados del pleno de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático renunciaron a votarlo y acordaron una fórmula de "tomar conocimiento" del documento.
El pacto alcanzado no será oficial pues la Convención de Cambio Climático funciona por consenso y la oposición de un solo país impide la adopción del acuerdo
La XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático se celebró en Copenhague, Dinamarca, desde el 7 hasta el 18 de diciembre de 2009. Denominada COP 15 («15a Conferencia de las partes»), fue organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que organiza conferencias anuales desde 1995 con la meta de preparar futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kioto, que termina en 2012.
El objetivo de la conferencia, según los organizadores, era "la conclusión de un acuerdo jurídicamente vinculante sobre el clima, válido en todo el mundo, que se aplica a partir de 2012".
El objetivo final (a largo plazo) pretendido era la reducción mundial de las emisiones de CO2 en al menos un 50% en 2050 respecto a 1990, y para conseguirlo los países debían marcarse objetivos intermedios. Así, los países industrializados deberían reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 25% y un 40%, respecto a los niveles de 1990 en el año 2020 y deberían alcanzar una reducción entre el 80% y el 95% para 2050
En la cumbre se reunieron expertos en medio ambiente, ministros o jefes de estado y organizaciones no gubernamentales de los 192 países miembros de la CMNUCC. Esta fue la conferencia que debía preparar el período post-Kyoto.
El ciclo de negociaciones para preparar la cumbre de Copenhague se inició con la XIII Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático en Bali, del 3 al 15 de diciembre de 2007. Otras sesiones se celebraron del 31 de marzo al 4 de abril de 2008 en Bangkok (Tailandia) y del 2 al 13 de junio de 2008 en Bonn (Alemania). Una tercera conferencia sobre el clima tuvo lugar en Accra (Ghana). La reunión, donde más de 1.600 participantes de 160 países estaban presentes, tuvo lugar del 21 al 27 de agosto de 2008. El objetivo de este ciclo de negociaciones, organizado por la ONU, fue preparar los futuros objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Para la cumbre sobre el clima de Copenhague en diciembre de 2009, la ONU convocó a 192 países para acordar un límite a las emisiones de gases de efecto invernadero para el periodo entre 2012 y 2020. Este periodo de compromiso debía suceder al perido 2008-2012, acordado en el protocolo de Kyoto. En septiembre de 2009, casi un centenar de jefes de Estado y de Gobierno participaron en lo que sirvió de preparación de la conferencia Copenhague, en la 64ª Asamblea General de las Naciones Unidas dedicada al cambio climático. La 64ª Asamblea General de las Naciones Unidas sirvió para conocer la posición en la negociación de Copenhague de los países que son grandes emisores de GEI y que todavía no están comprometidos con un programa de limitación de emisiones. Estos países pueden representar en estos momentos más del 50% de las emisiones totales
En la primera semana de la cumbre se produjeron duras manifestaciones cruzadas entre los dos principales emisores mundiales de CO2, China y EE.UU. En la última noche de la cumbre se gestó el acuerdo final entre cuatro grandes países emergentes y EE.UU. en una reunión convocada por el primer ministro de China. El texto tiene solo tres folios e incluye de forma orientativa la reducción de emisiones que cada país ha presentado a la cumbre; las reducciones definitivas deben estar el 3 de febrero de 2010. El pacto no incluye la verificación de emisiones que rechazaba China. La transparencia se limitará a un sistema "internacional de análisis y consultas" por definir, estableciéndose que cada país comunicará sus emisiones a la ONU respetándose la soberanía nacional. Las reducciones de emisiones que se hagan con dinero internacional sí estarán sujetas a un completo sistema de comprobación.
El acuerdo mantiene el objetivo de que la temperatura global no suba más de dos grados centígrados. Sobre cuándo las emisiones deberán alcanzar su máximo solo se dice que "lo antes posible" y no se establecen objetivos para 2050. Tampoco se ha incluido la recomendación del IPCC de que las emisiones de los países desarrollados deberían reducirse para 2020 entre un 25% y un 40% sobre el nivel que tenían en 1990.
El acuerdo alcanzado entre EE.UU., China y otros 29 países no fue aceptado por unanimidad en la Convención pues lo rechazaron algunos países como Cuba, Bolivia y Nicaragua. Por ello los delegados del pleno de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático renunciaron a votarlo y acordaron una fórmula de "tomar conocimiento" del documento.
El pacto alcanzado no será oficial pues la Convención de Cambio Climático funciona por consenso y la oposición de un solo país impide la adopción del acuerdo
Conferencia del cambio climático de Polonia
XIV Conferencia internacional sobre el Cambio Climático
La XIV Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU se inició el 1 de diciembre de 2008 en Poznan (Polonia) para intentar establecer las bases y compromisos del tratado de Copenhague. Unos 12.000 delegados de 190 países adoptaron una "hoja de ruta" para preparar la conferencia de Copenhague. Al mismo tiempo, en diciembre de 2008, los líderes de la Unión Europea se reunieron en Bruselas y lograron un acuerdo sobre un paquete de medidas para combatir el cambio climático, acordando reducir sus emisiones en un 20% para el 2020.
En marzo de 2009, los científicos fueron reunidos durante tres días en Copenhague por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) para revisar los últimos datos y actualizar la información científica sobre el calentamiento global.
Una reunión tuvo lugar en Bonn del 29 de marzo al 8 de abril de 2009. Otras dos reuniones se celebraron en Bonn (1-12 de junio y 10-14 de agosto), y otras dos en Bangkok (28-9 de octubre y 14-16 de octubre)
La XIV Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU se inició el 1 de diciembre de 2008 en Poznan (Polonia) para intentar establecer las bases y compromisos del tratado de Copenhague. Unos 12.000 delegados de 190 países adoptaron una "hoja de ruta" para preparar la conferencia de Copenhague. Al mismo tiempo, en diciembre de 2008, los líderes de la Unión Europea se reunieron en Bruselas y lograron un acuerdo sobre un paquete de medidas para combatir el cambio climático, acordando reducir sus emisiones en un 20% para el 2020.
En marzo de 2009, los científicos fueron reunidos durante tres días en Copenhague por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) para revisar los últimos datos y actualizar la información científica sobre el calentamiento global.
Una reunión tuvo lugar en Bonn del 29 de marzo al 8 de abril de 2009. Otras dos reuniones se celebraron en Bonn (1-12 de junio y 10-14 de agosto), y otras dos en Bangkok (28-9 de octubre y 14-16 de octubre)
Cumbre del clima de Bali
XIII conferencia internacional del cambio climático (Cumbre Del Clima De Bali)
El 14 de diciembre concluía la Cumbre de Bali sin conseguir un acuerdo de cifras para reducir las emisiones cuando expire el plazo de Kioto. La reunión estuvo marcada por las presiones de los países del norte hacia los países del sur y por la ausencia de voz de los movimientos sociales, que se agolpaban en las puertas de la sede central para pedir “justicia climática”.
Se buscaba una ‘hoja de ruta’ que llevase hacia Kyoto II, pero ninguna cifra que obligue a reducir emisiones. Ése es el balance de la Cumbre de Bali, que se cerró el 14 de diciembre con un pacto que Greenpeace ha calificado como “un tigre sin dientes”. En los folios del acuerdo, a pie de página, se hace una reseña a las reducciones propuestas por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC). Científicos del IPCC, reunidos en Valencia el pasado noviembre, proponían la reducción del 20-40% de las emisiones para el 2020. Pero la ONU no ha conseguido convertir en vinculantes sus recomendaciones, principalmente por la presión de Estados Unidos que firmó el pacto a cambio de no fijar cifras de reducciones.
La red de colectivos que acudió a Bali para reclamar en las puertas de la cumbre una “justicia climática” tiene aún más cosas que objetar. Para la Plataforma “Climate Justice Now!”, en la cumbre se han planteado “falsas soluciones” que no incluyen la reducción del consumo, las transferencias económicas del norte al sur para pagar los costes de adaptación o la inversión en energías renovables países.
Por otro lado, las presiones sobre los países del sur, especialmente India y China, para que frenen sus emisiones han permitido a los países ricos olvidarse de fijar sus propias obligaciones, ocupados en ejercer “un control injustificable” sobre ellos. “De nuevo, se está obligando a la mayoría del mundo a pagar por los excesos de la minoría”, apuntaba la Plataforma Climate Justice Now!
Además de presión, los países empobrecidos recibieron consejos para “contaminar menos” sin frenar la producción.
El 14 de diciembre concluía la Cumbre de Bali sin conseguir un acuerdo de cifras para reducir las emisiones cuando expire el plazo de Kioto. La reunión estuvo marcada por las presiones de los países del norte hacia los países del sur y por la ausencia de voz de los movimientos sociales, que se agolpaban en las puertas de la sede central para pedir “justicia climática”.
Se buscaba una ‘hoja de ruta’ que llevase hacia Kyoto II, pero ninguna cifra que obligue a reducir emisiones. Ése es el balance de la Cumbre de Bali, que se cerró el 14 de diciembre con un pacto que Greenpeace ha calificado como “un tigre sin dientes”. En los folios del acuerdo, a pie de página, se hace una reseña a las reducciones propuestas por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC). Científicos del IPCC, reunidos en Valencia el pasado noviembre, proponían la reducción del 20-40% de las emisiones para el 2020. Pero la ONU no ha conseguido convertir en vinculantes sus recomendaciones, principalmente por la presión de Estados Unidos que firmó el pacto a cambio de no fijar cifras de reducciones.
La red de colectivos que acudió a Bali para reclamar en las puertas de la cumbre una “justicia climática” tiene aún más cosas que objetar. Para la Plataforma “Climate Justice Now!”, en la cumbre se han planteado “falsas soluciones” que no incluyen la reducción del consumo, las transferencias económicas del norte al sur para pagar los costes de adaptación o la inversión en energías renovables países.
Por otro lado, las presiones sobre los países del sur, especialmente India y China, para que frenen sus emisiones han permitido a los países ricos olvidarse de fijar sus propias obligaciones, ocupados en ejercer “un control injustificable” sobre ellos. “De nuevo, se está obligando a la mayoría del mundo a pagar por los excesos de la minoría”, apuntaba la Plataforma Climate Justice Now!
Además de presión, los países empobrecidos recibieron consejos para “contaminar menos” sin frenar la producción.
Protocolo kyoto
EL PROTOCOLO DE KIOTO (JAPÓN)
El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. El instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.
El 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kyoto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios de dichos países pactaron reducir en al menos un 5% en promedio las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004.
El objetivo principal es disminuir el cambio climático antropogénico cuya base es el efecto invernadero. Según las cifras de la ONU, se prevé que la temperatura media de la superficie del planeta aumente entre 1,4 y 5,8 ºC de aquí a 2100, a pesar que los inviernos son más fríos y violentos. Esto se conoce como Calentamiento global. Una cuestión a tener en cuenta con respecto a los compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto, pero es una de las formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cada país.
Entrada en vigor
Se estableció que el compromiso sería de obligatorio cumplimiento cuando lo ratificasen los países industrializados responsables de, al menos, un 55% de las emisiones de CO2. Con la ratificación de Rusia en noviembre de 2004, después de conseguir que la UE pague la reconversión industrial, así como la modernización de sus instalaciones, en especial las petroleras, el protocolo ha entrado en vigor.
Además del cumplimiento que estos países han hecho en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero se promovió también la generación de un desarrollo sostenible, de tal forma que se utilice también energías no convencionales y así disminuya el calentamiento global.
Respecto de los países en desarrollo, el Protocolo no exige a bajar sus emisiones, aunque sí deben dar señas de un cambio en sus industrias.
El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó, por lo que su adhesión sólo fue simbólica hasta el año 2001 en el cual el gobierno de Bush se retiró del protocolo, según su declaración, no porque no compartiese su idea de fondo de reducir las emisiones, sino porque considera que la aplicación del Protocolo es ineficiente (Estados Unidos, con apenas el 4% de la población mundial, consume alrededor del 25% de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo) e injusta al involucrar sólo a los países industrializados y excluir de las restricciones a algunos de los mayores emisores de gases en vías de desarrollo (China e India en particular), lo cual considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense.
La Unión Europea y España en el Protocolo de Kyoto
La Unión Europea, como agente especialmente activo en la concreción del Protocolo, se comprometió a reducir sus emisiones totales medias durante el periodo 2008-2012 en un 8% respecto de las de 1990. No obstante, a cada país se le otorgó un margen distinto en función de diversas variables económicas y medioambientales según el principio de «reparto de la carga», de manera que dicho reparto se acordó de la siguiente manera: Alemania (-21%), Austria (-13%), Bélgica (-7,5%), Dinamarca (-21%), Italia (-6,5%), Luxemburgo (-28%), Países Bajos (-6%), Reino Unido (-12,5%), Finlandia (-2,6%), Francia (-1,9%), España (+15%), Grecia (+25%), Irlanda (+13%), Portugal (+27%) y Suecia (+4%).
Por su parte, España -que, como vemos, se comprometió a aumentar sus emisiones un máximo del 15% en relación al año base- se ha convertido en el país miembro que menos posibilidades tiene de cumplir lo pactado. En concreto, el incremento de sus emisiones en relación a 1990 durante los últimos años ha sido como sigue: 1996: 7%; 1997: 15%; 1998: 18%; 1999: 28%; 2000: 33%; 2001: 33%; 2002: 39%; 2003: 41%; 2004: 47%; 2005: 52%; 2006: 49%; 2007: 52%; 2008: 42,7%.Esta información puede consultarse en el Inventario Español de Gases de Efecto Invernadero que incluye el envío oficial a la Comisión Europea y a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Tras Kyoto
Las llamadas Partes (miembros de la CMNUCC) se reunieron por primera vez para su seguimiento en Montreal, Canadá, en 2005, donde se estableció el llamado Grupo de Trabajo Especial sobre los Futuros Compromisos de las Partes del Anexo I en el marco del Protocolo de Kyoto (GTE-PK), orientado a los acuerdos a tomar para después de 2012.
Adjuntamos una dirección donde se encuentran documentos en pdf del protocolo de Kyoto en varios idiomas:
http://unfccc.int/portal_espanol/essential_background/kyoto_protocol/text_of_the_kyoto_protocol/items/3330.php
El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. El instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC.
El 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kyoto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios de dichos países pactaron reducir en al menos un 5% en promedio las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004.
El objetivo principal es disminuir el cambio climático antropogénico cuya base es el efecto invernadero. Según las cifras de la ONU, se prevé que la temperatura media de la superficie del planeta aumente entre 1,4 y 5,8 ºC de aquí a 2100, a pesar que los inviernos son más fríos y violentos. Esto se conoce como Calentamiento global. Una cuestión a tener en cuenta con respecto a los compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto, pero es una de las formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cada país.
Entrada en vigor
Se estableció que el compromiso sería de obligatorio cumplimiento cuando lo ratificasen los países industrializados responsables de, al menos, un 55% de las emisiones de CO2. Con la ratificación de Rusia en noviembre de 2004, después de conseguir que la UE pague la reconversión industrial, así como la modernización de sus instalaciones, en especial las petroleras, el protocolo ha entrado en vigor.
Además del cumplimiento que estos países han hecho en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero se promovió también la generación de un desarrollo sostenible, de tal forma que se utilice también energías no convencionales y así disminuya el calentamiento global.
Respecto de los países en desarrollo, el Protocolo no exige a bajar sus emisiones, aunque sí deben dar señas de un cambio en sus industrias.
El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó, por lo que su adhesión sólo fue simbólica hasta el año 2001 en el cual el gobierno de Bush se retiró del protocolo, según su declaración, no porque no compartiese su idea de fondo de reducir las emisiones, sino porque considera que la aplicación del Protocolo es ineficiente (Estados Unidos, con apenas el 4% de la población mundial, consume alrededor del 25% de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo) e injusta al involucrar sólo a los países industrializados y excluir de las restricciones a algunos de los mayores emisores de gases en vías de desarrollo (China e India en particular), lo cual considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense.
La Unión Europea y España en el Protocolo de Kyoto
La Unión Europea, como agente especialmente activo en la concreción del Protocolo, se comprometió a reducir sus emisiones totales medias durante el periodo 2008-2012 en un 8% respecto de las de 1990. No obstante, a cada país se le otorgó un margen distinto en función de diversas variables económicas y medioambientales según el principio de «reparto de la carga», de manera que dicho reparto se acordó de la siguiente manera: Alemania (-21%), Austria (-13%), Bélgica (-7,5%), Dinamarca (-21%), Italia (-6,5%), Luxemburgo (-28%), Países Bajos (-6%), Reino Unido (-12,5%), Finlandia (-2,6%), Francia (-1,9%), España (+15%), Grecia (+25%), Irlanda (+13%), Portugal (+27%) y Suecia (+4%).
Por su parte, España -que, como vemos, se comprometió a aumentar sus emisiones un máximo del 15% en relación al año base- se ha convertido en el país miembro que menos posibilidades tiene de cumplir lo pactado. En concreto, el incremento de sus emisiones en relación a 1990 durante los últimos años ha sido como sigue: 1996: 7%; 1997: 15%; 1998: 18%; 1999: 28%; 2000: 33%; 2001: 33%; 2002: 39%; 2003: 41%; 2004: 47%; 2005: 52%; 2006: 49%; 2007: 52%; 2008: 42,7%.Esta información puede consultarse en el Inventario Español de Gases de Efecto Invernadero que incluye el envío oficial a la Comisión Europea y a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Tras Kyoto
Las llamadas Partes (miembros de la CMNUCC) se reunieron por primera vez para su seguimiento en Montreal, Canadá, en 2005, donde se estableció el llamado Grupo de Trabajo Especial sobre los Futuros Compromisos de las Partes del Anexo I en el marco del Protocolo de Kyoto (GTE-PK), orientado a los acuerdos a tomar para después de 2012.
Adjuntamos una dirección donde se encuentran documentos en pdf del protocolo de Kyoto en varios idiomas:
http://unfccc.int/portal_espanol/essential_background/kyoto_protocol/text_of_the_kyoto_protocol/items/3330.php
Cumbre del clima de Nairobi
CUMBRE DEL CLIMA DE NAIROBI (kenia)
La cumbre del clima de 2006 lleva al continente africano las lentas y espesas negociaciones para frenar el calentamiento global. En Nairobi se debe acelerar el compromiso mundial para cumplir Kioto y preparar el camino más allá del 2012. Ecologistas en Acción seguirá las negociaciones desde la capital.
Por dos semanas la capital de Kenia recibió a técnicos y políticos que discutieron sobre cómo llevar a cabo los acuerdos del Protocolo de Kioto (1997) y la Convención del Clima (1992) y también sobre el camino a seguir a partir de 2012. Las dos reuniones que se celebraron sobre este tema desde la cumbre de Montreal no han ofrecido resultados apreciables por ello fue un tema de primera importancia en Nairobi.
La cumbre de Nairobi debería haber avanzado en el diseño del marco de compromisos climáticos para la próxima década y Ecologistas en Acción pidió que se hiciera sobre las siguientes bases:
Asumir oficialmente que habrán de conseguirse las reducciones de emisiones necesarias para no superar un aumento de 2ºC sobre la época preindustrial.
- Agilizar las negociaciones estableciendo 2008 como fecha límite, para no arriesgarse a que tras Kioto se entre en un periodo sin obligaciones de reducción.
- Los compromisos para los países desarrollados deben ser vinculantes independientemente de las condiciones para el resto de naciones.
- Los objetivos de reducción de emisiones en los países industrializados tienen que ser ambiciosos. La Unión Europea debe asumir una cifra coherente con una disminución del 30% para 2020, el extremo alto de la horquilla que propuso el Consejo Europeo de Medioambiente.
La cumbre del clima de 2006 lleva al continente africano las lentas y espesas negociaciones para frenar el calentamiento global. En Nairobi se debe acelerar el compromiso mundial para cumplir Kioto y preparar el camino más allá del 2012. Ecologistas en Acción seguirá las negociaciones desde la capital.
Por dos semanas la capital de Kenia recibió a técnicos y políticos que discutieron sobre cómo llevar a cabo los acuerdos del Protocolo de Kioto (1997) y la Convención del Clima (1992) y también sobre el camino a seguir a partir de 2012. Las dos reuniones que se celebraron sobre este tema desde la cumbre de Montreal no han ofrecido resultados apreciables por ello fue un tema de primera importancia en Nairobi.
La cumbre de Nairobi debería haber avanzado en el diseño del marco de compromisos climáticos para la próxima década y Ecologistas en Acción pidió que se hiciera sobre las siguientes bases:
Asumir oficialmente que habrán de conseguirse las reducciones de emisiones necesarias para no superar un aumento de 2ºC sobre la época preindustrial.
- Agilizar las negociaciones estableciendo 2008 como fecha límite, para no arriesgarse a que tras Kioto se entre en un periodo sin obligaciones de reducción.
- Los compromisos para los países desarrollados deben ser vinculantes independientemente de las condiciones para el resto de naciones.
- Los objetivos de reducción de emisiones en los países industrializados tienen que ser ambiciosos. La Unión Europea debe asumir una cifra coherente con una disminución del 30% para 2020, el extremo alto de la horquilla que propuso el Consejo Europeo de Medioambiente.
Convención de la ONU sobre el derecho del mar
LA CONVENCIONES DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE EL DERECHO DEL MAR (CNUDM)
Convención sobre el Derecho del Mar o Convención del Mar (a veces también llamada CONVEMAR) es considerada uno de los tratados multilaterales más importantes de la historia, desde la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas, siendo calificada como la Constitución de los océanos.
Fue aprobada, tras nueve años de trabajo, el 30 de abril de 1982 en Nueva York (Estados Unidos) y abierta a su firma por parte de los Estados, el 10 de diciembre de 1982, en Montego Bay (Jamaica), en la 182º sesión plenaria de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Entró en vigor el 16 de noviembre de 1994
I Conferencia
En 1956, las Naciones Unidas convocaron a la I Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en Ginebra (Suiza). Dicha conferencia concluyó, en 1958, con la elaboración de cuatro convenciones relativas a la regulación del mar, a partir de proyectos elaborados por la Comisión de Derecho Internacional de la ONU:
• Convención sobre Mar Territorial y Zona Contigua, que entró en vigor el 10 de septiembre de 1964;
• Convención sobre Alta Mar, que entró en vigor el 30 de septiembre de 1962;
• Convención sobre Plataforma Continental, que entró en vigor el 10 de junio de 1964
• Convención sobre Pesca y Conservación de los Recursos Vivos de la Alta Mar, que entró en vigor el 20 de marzo de 1966.
Si bien, en su momento, fueron considerados un éxito histórico y lograron entrar en vigencia, su aplicación fue bastante reducida, por el limitado número de Estados partes.
II Conferencia
En 1960 se convocó a la II Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que no produjo ningún acuerdo internacional, pues ninguna de las proposiciones relativas a la anchura del mar territorial alcanzó el quórum necesario de dos tercios.
III Conferencia
En 1967, la Asamblea General de Naciones Unidas crea el Comité para la Utilización con Fines Pacíficos de los Fondos Marinos y Oceánicos más allá de los Límites de la Jurisdicción Nacional (o Comité de Fondos Marinos), que se transformaría más tarde en el Comité de las Naciones Unidas que prepararía la III Conferencia sobre el Derecho del Mar.
En diciembre de 1970, la Asamblea General de Naciones Unidas convoca a la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que se realizaría desde diciembre de 1973 hasta 1982.
La III Conferencia se desarrolló en 11 períodos de sesiones. El primero se realizó en Caracas (Venezuela) y el último en Nueva York (Estados Unidos), en el cual se aprobó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar por 130 votos a favor, 4 en contra y 17 abstenciones, el 30 de abril de 1982.
La III Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar se caracteriza por confirmar el derecho internacional del mar vigente, al incorporar muchos aspectos de las Convenciones de Ginebra de 1958 y, además, por desarrollar progresivamente el derecho internacional del mar, al establecer nuevos institutos en la materia, como la zona económica exclusiva.
Tiene aplicación preferente, entre sus miembros, frente a las Convenciones de Ginebra de 1958; no obstante, las Convenciones de Ginebra siguen teniendo vigencia entre los Estados partes que no han adherido a esta Convención.
La Convención del Derecho del Mar consta de un Preámbulo, 17 Partes y 9 Anexos.
Entre otros, cubre los siguientes temas de Derecho del mar: límites de las zonas marítimas; zona económica exclusiva; plataforma continental y alta mar; derechos de navegación y estrechos para la navegación internacional; Estados archipiélago; paz y seguridad en los océanos y los mares; conservación y gestión de los recursos marinos vivos; protección y preservación del medio marino; investigación científica marina; y procedimientos para la solución de controversias.
La Convención establece que todo Estado tiene derecho a establecer la anchura de su mar territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas, medidas a partir de líneas de base determinadas de conformidad con la misma Convención.
Cuando las costas de dos Estados son adyacentes o se hallen situadas frente a frente, ninguno de dichos Estados tiene derecho, salvo acuerdo en contrario, a extender su mar territorial más allá de una línea media cuyos puntos sean equidistantes de los puntos más próximos de las líneas de base a partir de las cuales se mida la anchura del mar territorial de cada uno de dichos Estados. Salvo que por la existencia de derechos históricos o por otras circunstancias especiales, sea necesario delimitar el mar territorial de ambos Estados en otra forma.
La Convención, entre otras materias, establece una definición de Estado archipiélago y la forma cómo éstos pueden determinar sus límites.
Establece obligaciones generales para proteger el medio ambiente marino y la libertad de investigación científica en alta mar. También crea un innovador régimen jurídico para la organización y control de las actividades en los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción nacional (sector denominado la Zona), declarados patrimonio común de la humanidad (la Zona y sus recursos), y que está a cargo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, particularmente con miras a la administración de sus recursos.
Reconoce a los Estados sin litoral, es decir, que no tienen costa marítima, el derecho de acceso al mar y desde el mar, sin estar sujeto a derechos de aduana, impuestos u otros agravantes por parte de los Estados de tránsito, con excepción de las tasas impuestas por servicios específicos prestados en relación con dicho tráfico.
Convención sobre el Derecho del Mar o Convención del Mar (a veces también llamada CONVEMAR) es considerada uno de los tratados multilaterales más importantes de la historia, desde la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas, siendo calificada como la Constitución de los océanos.
Fue aprobada, tras nueve años de trabajo, el 30 de abril de 1982 en Nueva York (Estados Unidos) y abierta a su firma por parte de los Estados, el 10 de diciembre de 1982, en Montego Bay (Jamaica), en la 182º sesión plenaria de la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Entró en vigor el 16 de noviembre de 1994
I Conferencia
En 1956, las Naciones Unidas convocaron a la I Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en Ginebra (Suiza). Dicha conferencia concluyó, en 1958, con la elaboración de cuatro convenciones relativas a la regulación del mar, a partir de proyectos elaborados por la Comisión de Derecho Internacional de la ONU:
• Convención sobre Mar Territorial y Zona Contigua, que entró en vigor el 10 de septiembre de 1964;
• Convención sobre Alta Mar, que entró en vigor el 30 de septiembre de 1962;
• Convención sobre Plataforma Continental, que entró en vigor el 10 de junio de 1964
• Convención sobre Pesca y Conservación de los Recursos Vivos de la Alta Mar, que entró en vigor el 20 de marzo de 1966.
Si bien, en su momento, fueron considerados un éxito histórico y lograron entrar en vigencia, su aplicación fue bastante reducida, por el limitado número de Estados partes.
II Conferencia
En 1960 se convocó a la II Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que no produjo ningún acuerdo internacional, pues ninguna de las proposiciones relativas a la anchura del mar territorial alcanzó el quórum necesario de dos tercios.
III Conferencia
En 1967, la Asamblea General de Naciones Unidas crea el Comité para la Utilización con Fines Pacíficos de los Fondos Marinos y Oceánicos más allá de los Límites de la Jurisdicción Nacional (o Comité de Fondos Marinos), que se transformaría más tarde en el Comité de las Naciones Unidas que prepararía la III Conferencia sobre el Derecho del Mar.
En diciembre de 1970, la Asamblea General de Naciones Unidas convoca a la III Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que se realizaría desde diciembre de 1973 hasta 1982.
La III Conferencia se desarrolló en 11 períodos de sesiones. El primero se realizó en Caracas (Venezuela) y el último en Nueva York (Estados Unidos), en el cual se aprobó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar por 130 votos a favor, 4 en contra y 17 abstenciones, el 30 de abril de 1982.
La III Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar se caracteriza por confirmar el derecho internacional del mar vigente, al incorporar muchos aspectos de las Convenciones de Ginebra de 1958 y, además, por desarrollar progresivamente el derecho internacional del mar, al establecer nuevos institutos en la materia, como la zona económica exclusiva.
Tiene aplicación preferente, entre sus miembros, frente a las Convenciones de Ginebra de 1958; no obstante, las Convenciones de Ginebra siguen teniendo vigencia entre los Estados partes que no han adherido a esta Convención.
La Convención del Derecho del Mar consta de un Preámbulo, 17 Partes y 9 Anexos.
Entre otros, cubre los siguientes temas de Derecho del mar: límites de las zonas marítimas; zona económica exclusiva; plataforma continental y alta mar; derechos de navegación y estrechos para la navegación internacional; Estados archipiélago; paz y seguridad en los océanos y los mares; conservación y gestión de los recursos marinos vivos; protección y preservación del medio marino; investigación científica marina; y procedimientos para la solución de controversias.
La Convención establece que todo Estado tiene derecho a establecer la anchura de su mar territorial hasta un límite que no exceda de 12 millas marinas, medidas a partir de líneas de base determinadas de conformidad con la misma Convención.
Cuando las costas de dos Estados son adyacentes o se hallen situadas frente a frente, ninguno de dichos Estados tiene derecho, salvo acuerdo en contrario, a extender su mar territorial más allá de una línea media cuyos puntos sean equidistantes de los puntos más próximos de las líneas de base a partir de las cuales se mida la anchura del mar territorial de cada uno de dichos Estados. Salvo que por la existencia de derechos históricos o por otras circunstancias especiales, sea necesario delimitar el mar territorial de ambos Estados en otra forma.
La Convención, entre otras materias, establece una definición de Estado archipiélago y la forma cómo éstos pueden determinar sus límites.
Establece obligaciones generales para proteger el medio ambiente marino y la libertad de investigación científica en alta mar. También crea un innovador régimen jurídico para la organización y control de las actividades en los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción nacional (sector denominado la Zona), declarados patrimonio común de la humanidad (la Zona y sus recursos), y que está a cargo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, particularmente con miras a la administración de sus recursos.
Reconoce a los Estados sin litoral, es decir, que no tienen costa marítima, el derecho de acceso al mar y desde el mar, sin estar sujeto a derechos de aduana, impuestos u otros agravantes por parte de los Estados de tránsito, con excepción de las tasas impuestas por servicios específicos prestados en relación con dicho tráfico.
El foro de los bosques de la ONU
EL FORO DE LOS BOSQUES DE LAS NACIONES UNIDAS (UNFF)
En octubre del año 2000 se estableció el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques (UNFF), como “Órgano Subsidiario del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC)”, y la Asociación de Colaboración para Bosques (CPF). Esta última está constituida por 14 agencias y organismos que se convocan para respaldar y colaborar con las tareas del Foro (FAO; PNUD; Secretarías de las Convenciones de Diversidad Biológica, Cambio Climático, Combate a la Desertificación y Sequía; CIFOR; ITTO; PNUMA; World Bank; UICN).
La finalidad de este Foro fue establecer en el plazo de cinco años los parámetros de un mandato para desarrollar un marco legal para todo tipo de bosques, establecer los pasos para crear un sistema de financiamiento apropiado y la transferencia tecnológica necesaria, para implementar el Manejo Forestal Sustentable a nivel mundial.
El Foro de Bosques de las Naciones Unidas (FB) realizó su sexta sesión en la sede de la ONU en Nueva York del 13 al 24 de febrero de este año. Gran parte de la discusión se centró sobre un posible acuerdo internacional sobre todos los tipos de bosques y el futuro mismo del Foro.
Objetivo y/o Principios
Promover el manejo, la conservación y el desarrollo sustentable de todos los tipos de bosques y fortalecer el compromiso político a largo plazo, basándose en la Declaración de Río sobre el medio Ambiente y el Desarrollo, los Principios Forestales, el capítulo 11 de la agenda 21 y los resultados del Proceso del Grupo Intergubernamental sobre los Bosques/Foro Intergubernamental sobre los Bosques
A pesar de haberse consensuado una declaración final, se dieron muchos puntos de conflicto. En primer lugar, mientras que los países en vías de desarrollo solicitaron la creación de un fondo para bosques, los países desarrollados argumentaron a favor de la mejor utilización de los recursos existentes. Por otra parte, la inclusión del tema de la tala ilegal en la declaración final enfrentó a Estados Unidos con China, India y el Grupo Amazónico, quienes al final aceptaron la mención de "prácticas" ilegales.
En el fondo existe un pulso entre varios países desarrollados como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea quienes pretenden someter los bosques del mundo a un régimen de derecho internacional y países poseedores de bosques, especialmente en África y América Latina, quienes no se oponen a lo anterior pero defienden mayores recursos para la conservación, así como principios de soberanía y responsabilidad común pero diferenciada. Estas naciones sienten en la Convención sobre la Diversidad Biológica un instrumento más cercano a sus necesidades de conservación y desarrollo.
En el ámbito político solamente se lograron dos acuerdos importantes. En primer lugar se acordaron cuatro objetivos globales sobre bosques: incrementar el área de bosques protegidos y manejados; revertir el declive en la asistencia para el manejo de bosques; revertir la pérdida en cobertura y potenciar los beneficios económicos, sociales y ambientales derivados de los bosques.
Adicionalmente, se acordó extender el mandato del FB hasta el 2015, así como las pautas para negociar un código voluntario sobre bosques, ante la imposibilidad de lograr un tratado legalmente vinculante en esta ocasión. La necesidad de tal instrumento ha sido cuestionada por diversos sectores que llaman accionar las otras 269 propuestas que, de implementarse, podrían generar un gran impacto en el manejo sostenible de los bosques. Finalmente, se tomó el acuerdo de instar a la Asamblea General de las Naciones Unidas para nombrar al 2010 como el Año Internacional de los Bosques.
Antecedentes del foro
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo de 1992 incorporó el concepto del manejo sostenible del bosque a la política forestal internacional al establecer los "Principios Forestales" para el desarrollo sostenible y el Capítulo 11 de la Agenda 21 (Combate a la Deforestación). Sucesivamente se creó el Panel Intergubernamental de Bosques (1995-1997) y luego el Foro Intergubernamental de Bosques (1997-2000), los cuales crearon 270 propuestas de acción para el manejo sostenible de los bosques, que han sido retomadas por el FB, creado en el 2000 como sucesor. Una sola de estas propuestas que instaba a discutir la posibilidad de negociar un tratado que protegiera todos los tipos de bosques del mundo, ha dominado durante la presente sesión gran parte de las discusiones.
En octubre del año 2000 se estableció el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques (UNFF), como “Órgano Subsidiario del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC)”, y la Asociación de Colaboración para Bosques (CPF). Esta última está constituida por 14 agencias y organismos que se convocan para respaldar y colaborar con las tareas del Foro (FAO; PNUD; Secretarías de las Convenciones de Diversidad Biológica, Cambio Climático, Combate a la Desertificación y Sequía; CIFOR; ITTO; PNUMA; World Bank; UICN).
La finalidad de este Foro fue establecer en el plazo de cinco años los parámetros de un mandato para desarrollar un marco legal para todo tipo de bosques, establecer los pasos para crear un sistema de financiamiento apropiado y la transferencia tecnológica necesaria, para implementar el Manejo Forestal Sustentable a nivel mundial.
El Foro de Bosques de las Naciones Unidas (FB) realizó su sexta sesión en la sede de la ONU en Nueva York del 13 al 24 de febrero de este año. Gran parte de la discusión se centró sobre un posible acuerdo internacional sobre todos los tipos de bosques y el futuro mismo del Foro.
Objetivo y/o Principios
Promover el manejo, la conservación y el desarrollo sustentable de todos los tipos de bosques y fortalecer el compromiso político a largo plazo, basándose en la Declaración de Río sobre el medio Ambiente y el Desarrollo, los Principios Forestales, el capítulo 11 de la agenda 21 y los resultados del Proceso del Grupo Intergubernamental sobre los Bosques/Foro Intergubernamental sobre los Bosques
A pesar de haberse consensuado una declaración final, se dieron muchos puntos de conflicto. En primer lugar, mientras que los países en vías de desarrollo solicitaron la creación de un fondo para bosques, los países desarrollados argumentaron a favor de la mejor utilización de los recursos existentes. Por otra parte, la inclusión del tema de la tala ilegal en la declaración final enfrentó a Estados Unidos con China, India y el Grupo Amazónico, quienes al final aceptaron la mención de "prácticas" ilegales.
En el fondo existe un pulso entre varios países desarrollados como Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea quienes pretenden someter los bosques del mundo a un régimen de derecho internacional y países poseedores de bosques, especialmente en África y América Latina, quienes no se oponen a lo anterior pero defienden mayores recursos para la conservación, así como principios de soberanía y responsabilidad común pero diferenciada. Estas naciones sienten en la Convención sobre la Diversidad Biológica un instrumento más cercano a sus necesidades de conservación y desarrollo.
En el ámbito político solamente se lograron dos acuerdos importantes. En primer lugar se acordaron cuatro objetivos globales sobre bosques: incrementar el área de bosques protegidos y manejados; revertir el declive en la asistencia para el manejo de bosques; revertir la pérdida en cobertura y potenciar los beneficios económicos, sociales y ambientales derivados de los bosques.
Adicionalmente, se acordó extender el mandato del FB hasta el 2015, así como las pautas para negociar un código voluntario sobre bosques, ante la imposibilidad de lograr un tratado legalmente vinculante en esta ocasión. La necesidad de tal instrumento ha sido cuestionada por diversos sectores que llaman accionar las otras 269 propuestas que, de implementarse, podrían generar un gran impacto en el manejo sostenible de los bosques. Finalmente, se tomó el acuerdo de instar a la Asamblea General de las Naciones Unidas para nombrar al 2010 como el Año Internacional de los Bosques.
Antecedentes del foro
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo de 1992 incorporó el concepto del manejo sostenible del bosque a la política forestal internacional al establecer los "Principios Forestales" para el desarrollo sostenible y el Capítulo 11 de la Agenda 21 (Combate a la Deforestación). Sucesivamente se creó el Panel Intergubernamental de Bosques (1995-1997) y luego el Foro Intergubernamental de Bosques (1997-2000), los cuales crearon 270 propuestas de acción para el manejo sostenible de los bosques, que han sido retomadas por el FB, creado en el 2000 como sucesor. Una sola de estas propuestas que instaba a discutir la posibilidad de negociar un tratado que protegiera todos los tipos de bosques del mundo, ha dominado durante la presente sesión gran parte de las discusiones.
Cumbre de desarrollo sostenible 2002
CUMBRE MUNDIAL SOBRE EL DESARROLLO SOSTENIBLE (2002)
La Cumbre se llevó a cabo del 26 de agosto al 4 de septiembre en el Centro de Congresos de Sandton en la ciudad de Johannesburgo y de forma paralela se llevó a cabo un foro no gubernamental. Es básicamente un seguimiento al Programa 21 y por lo tanto, su principal objetivo fue la adopción de compromisos concretos con relación al Programa 21 y el logro del desarrollo sostenible.
Durante el 2001 se llevaron a cabo una serie de consultas y nacionales y de reuniones preparatorias regionales y subregionales para evaluar las oportunidades y desafíos que entraña el desarrollo sostenible así como para establecer prioridades, iniciativas y compromisos necesarios para alcanzar este desarrollo.
El programa intergubernamental constituyó la parte central de la Cumbre, pero también se prestó atención a todos aquellos sectores de la población que están comprometidos con el desarrollo sostenible, incluyendo aquellos definidos en el Programa 21:
• Empresa e industrias
• Niños y jóvenes
• Agricultores
• Pueblos indígenas
• Autoridades locales
• Organizaciones no gubernamentales
• Comunidades científicas y tecnológicas
• Mujeres
• Trabajadores
• Sindicatos
En la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo, participaron alrededor de 180 gobiernos.
En esta cumbre se acordó mantener los esfuerzos para promover el desarrollo sostenible, mejorar las vidas de las personas que viven en pobreza y revertir la continua degradación del medioambiente mundial. Ante la pobreza creciente y el aumento de la degradación ambiental, la Cumbre ha tenido éxito en establecer y crear, con urgencia, compromisos y asociaciones dirigidas a la acción, para alcanzar resultados mensurables en el corto plazo.
El principal objetivo de la Cumbre fue renovar el compromiso político asumido hace diez años con el futuro del planeta mediante la ejecución de diversos programas que se ajustaban a lo que se conoce como "desarrollo sostenible".
La Cumbre se llevó a cabo del 26 de agosto al 4 de septiembre en el Centro de Congresos de Sandton en la ciudad de Johannesburgo y de forma paralela se llevó a cabo un foro no gubernamental. Es básicamente un seguimiento al Programa 21 y por lo tanto, su principal objetivo fue la adopción de compromisos concretos con relación al Programa 21 y el logro del desarrollo sostenible.
Durante el 2001 se llevaron a cabo una serie de consultas y nacionales y de reuniones preparatorias regionales y subregionales para evaluar las oportunidades y desafíos que entraña el desarrollo sostenible así como para establecer prioridades, iniciativas y compromisos necesarios para alcanzar este desarrollo.
El programa intergubernamental constituyó la parte central de la Cumbre, pero también se prestó atención a todos aquellos sectores de la población que están comprometidos con el desarrollo sostenible, incluyendo aquellos definidos en el Programa 21:
• Empresa e industrias
• Niños y jóvenes
• Agricultores
• Pueblos indígenas
• Autoridades locales
• Organizaciones no gubernamentales
• Comunidades científicas y tecnológicas
• Mujeres
• Trabajadores
• Sindicatos
En la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo, participaron alrededor de 180 gobiernos.
En esta cumbre se acordó mantener los esfuerzos para promover el desarrollo sostenible, mejorar las vidas de las personas que viven en pobreza y revertir la continua degradación del medioambiente mundial. Ante la pobreza creciente y el aumento de la degradación ambiental, la Cumbre ha tenido éxito en establecer y crear, con urgencia, compromisos y asociaciones dirigidas a la acción, para alcanzar resultados mensurables en el corto plazo.
El principal objetivo de la Cumbre fue renovar el compromiso político asumido hace diez años con el futuro del planeta mediante la ejecución de diversos programas que se ajustaban a lo que se conoce como "desarrollo sostenible".
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